La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena
69 Emiliana Vegas maestros enfrenta un mayor incentivo para mejorar el aprendizaje en sus aulas; 2) la magnitud del estímulo puede ser tan pequeña que los maestros sientan que no vale la pena el esfuerzo adicional, y 3) el estímulo puede no estar asociado en la medida suficiente con el desempeño de los maestros. Otros factores, tales como los problemas para atribuir el aprendizaje de los alumnos al desempeño de los maestros, las dificultades para diseñar medidas precisas del desempeño de los maestros, y el ambiente político-económico y, en particular, los sindicatos docentes, afectan el diseño, implementación, impacto y sustentabilidad de las reformas de los incentivos docentes. A continuación, discutiremos cada uno de estos aspectos. ¿Incentivos docentes solo para unos pocos? Aun cuando la Carrera Magisterial de México y el SNED de Chile son pro- gramas a nivel nacional que abarcan a la mayoría de los maestros del país, los análisis detallados realizados para este informe mostraron que, en cada aplica- ción del programa, una minoría de los maestros tiene alguna posibilidad real de ser promovido en el caso de la Carrera Magisterial o de recibir un estímulo económico en el caso del SNED. En otras palabras, en el caso de la mayoría de los maestros de una aplicación determinada, no existen incentivos reales para mejorar el desempeño. Dado que solo unos pocos maestros enfrentan mayores incentivos para me- jorar su desempeño, no es de sorprender que se haya encontrado que la Carrera Magisterial ha tenido efectos insignificantes en los indicadores educacionales y que solo una aplicación del SNED haya tenido efectos positivos en el desempeño académico de los alumnos. Estos descubrimientos recalcan la importancia de diseñar los incentivos docentes de manera que afecten a la mayoría, si no a todos, los maestros. Solo cuando la mayoría de los maestros sea susceptible de recibir los beneficios del trabajo duro y del mejoramiento de los resultados educacionales, los recursos in- vertidos tanto en el diseño como en la implementación de la reforma, junto con el mecanismo de incentivo en sí mismo, tendrán el potencial de traducirse en un mejoramiento de los resultados de la mayoría de los alumnos. 21 Esto no quiere decir que todos, o la mayoría, de los maestros deberían recibir el estímulo. En efecto, si los maestros tienen una alta probabilidad de recibir el estímulo sin nin- gún cambio en su conducta, el objetivo del incentivo —mejorar la enseñanza y el aprendizaje— se pierde. Por el contrario, el mayor número de maestros posible deben sentir que tienen posibilidades de recibir el premio si se esfuerzan por producir los cambios deseados en el aprendizaje de los alumnos. 21 Este argumento, ciertamente, se basa en el supuesto de que la reforma de los incentivos docen- tes no presenta ninguno de los demás problemas analizados en este informe.
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