La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena

61 Emiliana Vegas maestros solo si tienen 13 o menos años de escolaridad (estudios superiores no completos). Diferenciales de sueldo. Como se analizó anteriormente, la mayor parte de la variación de los sueldos docentes en América Latina deriva de las diferencias en el nivel de educación/perfeccionamiento y la antigüedad. Incluso en países como Chile, donde se han hecho reformas para que los docentes reciban una mayor proporción de su salario en función de factores distintos a la antigüedad y la capacitación, todavía más del 60 por ciento de su ingreso está determinado por la antigüedad del docente y su nivel de capacitación. Bolivia, en cambio, tiene una estructura salarial docente bastante típica para la región. En Bolivia, como en la mayoría de los países latinoamericanos, más del 80 por ciento del sueldo docente está fijado por la antigüedad y la capacitación. Como en muchos otros países, el diferencial de sueldo de los maestros rurales bolivianos pretende compensar a los maestros por las dificultades percibidas del hecho de vivir y trabajar en una zona rural. Hasta hace poco tiempo, los maes- tros rurales y urbanos de Bolivia se preparaban en diferentes escuelas de for- mación docente (o normales). Como resultado, los futuros maestros tenían que escoger, incluso antes de estudiar pedagogía, si querían trabajar posteriormente como maestros urbanos o rurales. Por múltiples razones, la mayoría de los maes- tros prefería trabajar en las zonas urbanas. Sin un diferencial de sueldo, se podría esperar que más maestros postularan para convertirse en maestros urbanos, lo que se traduciría en una mayor competencia en estas escuelas y, finalmente, en la existencia de maestros más calificados en las escuelas urbanas. Debido a que las escuelas rurales y urbanas atienden a poblaciones muy diferentes y operan en contextos muy distintos, es difícil comparar la calidad de estos dos grupos de maestros o comprobar la eficacia del diferencial de sueldo rural. Sin embargo, debido a la reciente urbanización y al crecimiento demográ- fico de las ciudades, algunas escuelas consideradas rurales se han incorporado a las zonas urbanas. En estos casos, los maestros urbanos y rurales trabajan en escuelas vecinas, algunas veces incluso en la misma escuela, con grupos de alumnos que no presentan diferencias. Este hecho fortuito genera una situación que permite comparar la calidad de los maestros que están clasificados como rurales (y, por lo tanto, reciben un sueldo más alto) y aquellos clasificados como urbanos. Urquiola y Vegas (2005) no encuentran ninguna diferencia significativa entre los puntajes obtenidos en las pruebas y otros indicadores educacionales de los alumnos de los maestros clasificados como urbanos y aquellos clasificados como rurales con las mismas características personales. Este hallazgo sugiere que el diferencial de sueldo rural no logra atraer y retener a maestros que sean más eficaces que los maestros urbanos promedio. Apoyando aun más este hallazgo,

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