La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena

58 ¿Cómo mejorar las políticas de desarrollo profesional docente? Las escalas de sueldos de los maestros de las escuelas públicas son relativa- mente uniformes y favorecen a las personas con menos educación y experiencia laboral. Las estructuras salariales de los maestros de las escuelas públicas de la mayoría de los países latinoamericanos están establecidas y se implementan a nivel nacional (Brasil y Argentina son importantes excepciones). En la mayoría de los países, las escalas de sueldos docentes son diferentes según el nivel de enseñanza (preescolar, primario y secundario), pero no varían entre los maes- tros de diferentes asignaturas. En los diecisiete países latinoamericanos exami- nados, la estructura salarial docente es más uniforme y comienza en un nivel más elevado que la estructura salarial de los profesionales no docentes (figura 2). Si bien a través de la región los maestros reciben mejores sueldos base (la parte de su sueldo que no está relacionada con ninguna característica) que los trabajadores comparables que se desempeñan en otros campos ocupacionales, reciben menores retornos que los profesionales no docentes en función de sus mejores condiciones relativas, tales como la mayor educación o capacitación y un mayor número de años de experiencia. Esto es cierto a pesar del hecho de que estos dos factores reportan mayores retornos que cualquiera de los demás factores de la escala salarial docente. En la práctica, los maestros obtienen sueldos comparativamente más elevados que los que obtendrían fuera de la docencia cuando se encuentran en el nivel inferior de la distribución salarial —es decir, cuando tienen menos educación y experiencia—, en tanto que los maestros con mayor nivel de educación y experiencia ganan lo mismo o menos de lo que ganarían en otras profesiones. 14 Los incentivos creados por dicha estructura salarial docente pueden ser per- judiciales para el objetivo de atraer y retener en la profesión docente a personas altamente calificadas. En efecto, investigaciones anteriores han descubierto que las personas que optan por ingresar a la carrera de pedagogía por lo general no suelen haber sido muy buenos estudiantes, no están interesadas en la docen- cia como carrera, no poseen las características apropiadas para desempeñarse satisfactoriamente como maestros y, generalmente, no están calificadas para el trabajo. 15 En Chile, por ejemplo, el perfil de ingresos de los docentes comienza en un nivel superior al de los profesionales no docentes (los sueldos docentes promedio se han duplicado en la última década). 16 Sin embargo, la estructura 14 Nótese que las pensiones y otros beneficios no salariales de los maestros no se abordan en este análisis. Sin embargo, se piensa que las pensiones son bastante altas comparadas con las de los profesionales no docentes, se reciben a una edad más temprana y están garantizadas por el Es- tado. Las pensiones altas, tempranas y garantizadas podrían constituir un fuerte incentivo para que los docentes ingresen y permanezcan en el campo. 15 Véase Villegas-Reimers (1998). 16 En este caso, el término no docentes incluye a todos los trabajadores no agrícolas de 15 años de edad o mayores.

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