La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena

Debate sobre la educación chilena y propuestas de cambio 36 sido estrategias poco efectivas para aumentar los aprendizajes medidos por el Simce. 15 En contraste, un reciente trabajo de Barber y Mourshed (2007) —elabo- rado para la consultora internacional McKinsey— da cuenta que los resultados de los mejores sistemas escolares del mundo, a nivel de países y regiones, en términos generales están poco asociados a su nivel de gasto en el sector. Sin embargo, este mismo análisis comparado da cuenta de una relación indirecta, más específica entre gasto y resultados, puesto que uno de los tres pilares que caracterizarían a los sistemas escolares de excelencia es su capacidad para atraer a los mejores estudiantes de la enseñanza secundaria a estudiar peda- gogía y mantenerse luego enseñando en las escuelas, para lo cual, mencionan los autores, es indispensable —aunque no suficiente— que el salario inicial, o de los primeros años de ejercicio profesional de los profesores sea similar al ingreso promedio de las restantes profesiones. Claramente esta es una tarea pendiente en el caso de Chile: los datos elaborados por Meller y Brunner (2007) dan cuenta que entre los profesionales recientemente titulados, aquellos con las menores remuneraciones promedio son precisamente todos los provenien- tes de las carreras vinculadas con el sistema escolar, quienes reciben apenas la mitad del promedio de las remuneraciones del resto de los profesionales. Esta evidencia demuestra que la relación entre los resultados escolares y los recursos financieros destinados a la educación no depende solo de su magnitud, sino que principalmente de las decisiones relativas a su uso, de sus mecanismos de cuenta pública e incentivos, así como del diseño de una insti- tucionalidad promotora de una educación de calidad para todos. En este con- texto, el libro contiene la reflexión sobre algunos de los principales desafíos del financiamiento del sistema escolar chileno de dos economistas especializados en la materia, ambos miembros del Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación primero y del Consejo Asesor de Equidad y Trabajo después. Harald Beyer, en “Más financiamiento en educación y un mejor diseño de la subvención” (capítulo 7), plantea que el principal rol del Estado en el sistema escolar es lograr que todos los estudiantes —independiente de su nivel socioeconómico de origen— superen un umbral de calidad educacional equi- valente. Aunque el autor ejemplifica este umbral con la obtención de puntajes Simce entre 280-300 puntos, o con una probabilidad similar de obtener más de 600 puntos en la PSU, podemos también asociarlo con la adquisición de las competencias necesarias para participar como ciudadano de los mayores desafíos de nuestra sociedad y de una economía global altamente competitiva. 15 Valenzuela (2005) y Bellei (2006) encuentran pequeños efectos promedio de la Jornada Escolar Completa; Quintanilla (2000) no encuentra efectos consistentes del Financiamiento Comparti- do en los logros Simce.

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