La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena
Debate sobre la educación chilena y propuestas de cambio 34 gaciones específicas que le afectan, a fin de proveerle los medios adecuados para satisfacerlas. 14 El país necesita un sistema educativo público en que existan tres niveles con responsabilidades y competencias fuertes: la escuela, un cuerpo interme- dio de administración y el gobierno central. Sobre cómo avanzar hacia escuelas más fuertes y efectivas existe bas- tante experiencia y conocimiento acumulado en Chile y el mundo: buenas capacidades profesionales para enfrentar sus desafíos particulares, autono- mía en la gestión pedagógica para hacerse responsable de sus logros, y fuer- te apoyo externo y recursos adecuados, son componentes bien reconocidos (García-Huidobro y Sotomayor, 2003; Bellei et al., 2004; Raczynski y Muñoz, 2005; Consejo Asesor, 2006). En cambio, sobre los cuerpos intermedios de administración educacio- nal, como hemos venido argumentando, el debate está mucho más abierto, comenzando por si debe o no mantenerse la responsabilidad del municipio en esta materia. La creación de servicios más o menos autónomos como en- tidades administradoras de educación pública, como lo propuso el Consejo Asesor, es una posibilidad que ha aparecido. Con todo, los municipios son la forma más cercana del Estado en los territorios; reforzarlos con más atribu- ciones y competencias, facilitar que se asocien, parece un camino razonable aunque de muy largo aliento. La pregunta por la institucionalidad debe tener una respuesta efectiva también, en términos de desplegarse en un marco de tiempo prudente. En términos generales, es claro que el rediseño de la alta dirección pública del sector debiese implicar un fortalecimiento del Estado y el go- bierno central. Lo que es evidente y sin embargo ha sido muy postergado en la discusión pública y el debate experto, es la necesidad de una profunda reforma al Ministerio de Educación, así como una mejor coordinación con las otras agencias del gobierno central y regional que inciden en educación. Por otra parte, las propuestas legislativas para crear una Superintendencia de Educación y dictar una Ley General de Educación —cuya complemen- tariedad debe aún afinarse dada la estrategia de diseños parciales seguida por el gobierno—, conllevan profundos cambios en las atribuciones y roles del Ministerio de Educación; no obstante, no está claro cómo y cuándo se llevarán a cabo esas transformaciones. Finalmente, la participación institucionalizada de los actores de la co- munidad educativa constituye un aspecto complementario de gran relevancia 14 Algo de esto ha estado sucediendo en la práctica, mediante la reciente creación de un Fondo de Gestión para el Mejoramiento de la Educación Municipal, y los programas especiales de jubilaciones para docentes municipales.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=