La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena
193 Harald Beyer cuadamente en el mundo actual. Por eso, una vez que se asegura ese mínimo los aportes privados adicionales que se hacen a educación no deberían ser una fuente de mayores preocupaciones. Pero aun si lo fuesen un adecuado diseño del sistema de financiamiento público podría atenuar severamente dichas pre- ocupaciones. Este asunto ha despertado especiales sensibilidades porque el diseño de nuestro sistema de financiamiento público aún no reconoce que el costo de educar, esto es de lograr un estándar de desempeño predefinido, es más alto para los estudiantes que provienen de hogares de menor capital cultural que para aquellos que provienen de hogares más acomodados. Esta carencia pro- duce que, en la práctica, el financiamiento por estudiante esté correlacionado positivamente con capital cultural, impidiendo además que se satisfaga la aspi- ración de una calidad mínima para todos. Para lograr este objetivo no se requiere desalentar la contribución de las familias. Si el objetivo es ir más allá del aseguramiento de los mínimos de cali- dad señalados anteriormente, el desafío es integrar mejor la subvención pública con el aporte de las familias. Además, si esto se logra adecuadamente es posible liberar recursos públicos para cada estándar de desempeño posible, propósito que no se lograría en caso de que se prohibiera el financiamiento compartido. La clave para la discusión es entender que el sistema de financiamiento com- partido que existe en Chile puede insertarse dentro de una familia más amplia de modelos de financiamiento de la educación. Un esquema general simplifica- do para analizar esta posibilidad se puede ver en la figura 1. Ahí, los estudian- tes están ordenados de mayor a menor nivel socioeconómico. Primero hay un grupo pequeño, un α por ciento que financia su educación privadamente y no le significa desembolsos al Estado y que se representa en el gráfico por el trazo wx. Actualmente es un siete por ciento, si bien dependiendo del esquema de fi- nanciamiento elegido esa proporción puede aumentar o disminuir levemente. Figura 1 Esquema de financiamiento actual ▲ ▲ X Y Z W γ α 1 A B Gasto público por estudiante Proporción Estudiantes
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