La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena
19 Cristián Bellei, Daniel Contreras, Juan Pablo Valenzuela “¿Cómo mejorar las políticas de desarrollo profesional docente a fin de atraer, perfeccionar y retener profesores efectivos?” (capítulo 2), la efectividad de los docentes en su trabajo de enseñanza depende de un sistema complejo de as- pectos, no de un factor único; ella identifica siete: i. los docentes deben tener acceso a materiales didácticos adecuados y con- tar con condiciones de infraestructura básicas; ii. los docentes deben saber qué se espera de ellos en términos de los cono- cimientos de las asignaturas y las competencias pedagógicas que requie- ren, la conducta y las acciones que deben realizar, y las competencias y objetivos de rendimiento académico específicos que se espera desarrollen en sus alumnos; iii. la modalidad de selección y asignación de los docentes a los estableci- mientos escolares afecta la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Si las reglas de selección y los criterios de asignación no son claros, transparen- tes y racionales, terminan los maestros menos eficaces enseñando a los niños más vulnerables; iv. los sistemas educacionales requieren información acerca de la enseñanza y el aprendizaje en forma regular y medidas de avance en función de las expectativas que se han establecido. Esta información debe ser utilizada no solo para efectos de la rendición de cuentas, sino como una herramien- ta para mejorar la práctica docente; v. para enseñar bien se requiere un aprendizaje continuo y para lograr que todos los alumnos aprendan se requiere que los maestros de cada escuela trabajen en conjunto en el diseño de estrategias para cada alumno; vi. los maestros eficaces tienen autoridad para utilizar su mejor juicio profe- sional en la determinación de lo que se requiere para obtener resultados en función de los estándares acordados; vii. dado que las personas responden a una diversidad de estímulos, proba- blemente deberían existir múltiples políticas de incentivos para atraer y retener en la profesión docente a personas altamente calificadas y para lograr que los maestros trabajen duro en pos del mejoramiento del apren- dizaje de los alumnos. Sin pretender ser exhaustivos, implementar un sistema así de ambicioso requiere, al menos, resolver satisfactoriamente los siguientes cuatro desafíos: a) atraer buenos y suficientes candidatos a la profesión docente, b) formar ade- cuadamente a los nuevos docentes, c) desarrollar continuamente las capacida- des profesionales de los docentes, y d) seleccionar-contratar-retener a buenos docentes para satisfacer las necesidades del sistema escolar. Esta perspectiva sistémica difiere de posturas frecuentemente asumidas en el debate público, empeñadas en transformar un aspecto en “el” factor que causa —y por tanto,
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