La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena
186 Más financiamiento en educación y un mejor diseño de la subvención E l gasto comparado Durante 2007 el Ministerio de Educación ha contado con recursos por un monto cercano a los cinco mil trescientos cincuenta millones de dólares. Del total de ese gasto un 58 por ciento, esto es 3.110 millones de dólares, se ha destinado al sistema de subvenciones (incluye subvenciones, asignaciones es- peciales, SNED, bonificaciones de profesores, etc.). La subvención básica pro- piamente tal suma un total de 2.710 millones de dólares. A este monto deben sumársele otros 110 millones de dólares que, si bien no se otorgan directamen- te a través de subvenciones, pueden entenderse como aportes por estudiante. El principal de ellos es la subvención por mantenimiento. El resto, esto es un 9 por ciento del presupuesto de subvenciones, aunque se define de esta mane- ra no es en estricto rigor por estudiante sino que corresponde a asignaciones especiales como el SNED o las asignaciones por desempeño difícil. El restante 42 por ciento que no es subvenciones se ha distribuido como sigue: educación superior 11,4 por ciento; Junaeb 7,8 por ciento (incluye becas mantención educación superior, subsidio PSU, becas Presidencia de la Repúbli- ca); Junji e Integra 5,5 por ciento; JEC 3,4 por ciento; Conicyt 3,2 por ciento; in- versión en establecimientos municipales 3,1 por ciento; administración general (incluye supervisión e inspección) 1,8 por ciento; recursos educativos (textos, tecnología) 1,3 por ciento; Consejo Nacional de la Cultura y las Artes 1,1 por ciento; ChileCalifica 1 por ciento; Mece 0,9 por ciento; Desarrollo Curricular y Evaluación 0,8 por ciento; Dibam 0,7 por ciento. Hay en esta enumeración dos programas —JEC y las inversiones que se realizan en los establecimientos mu- nicipales— que son recursos destinados a la educación pre-terciaria que tampo- co siguen la lógica del financiamiento por estudiante. Los recursos educativos, en cambio, siguen en general ese criterio al igual que los beneficios que otorga la Junaeb, aunque en este último caso se requiere, en general, satisfacer crite- rios de necesidad. Los montos invertidos en educación son significativos y representan un importante aumento de recursos desde 1990. Este mayor gasto es el resultado tanto de la disponibilidad de mayores recursos asociada a la expansión de la actividad económica como de un esfuerzo por crear mayores espacios en el presupuesto público para educación. El gráfico siguiente muestra la evolución del gasto total y el gasto en educación del gobierno central. Estas cifras podrían modificarse levemente como consecuencia de la revisión del PIB que ha ocurrido recientemente.
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