La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena
Debate sobre la educación chilena y propuestas de cambio 18 la necesidad de modular los recursos que aporta el Estado de acuerdo a las condiciones socioeconómicas de los estudiantes y las escuelas, la magnitud de dicha diferenciación y los efectos —deseados y no— que se puede esperar de su aplicación en el contexto chileno. Desafortunadamente, el debate sobre los instrumentos financieros empleados en el sistema escolar en nuestro país tam- bién ha sido oscurecido por posturas ideológicas, relativamente impermeables a la rica y compleja experiencia internacional y al análisis empírico en función del logro de los objetivos de calidad, equidad y eficiencia que debiesen guiar esta discusión. Los análisis contenidos en este libro no carecen de una postura y no dejan de responder a opciones claramente definidas de política educacional, pero sus autores han intentado fundar dichas opciones en evidencia empírica, comparación internacional y juicio experto. Ciertamente, al hacer explícitas sus razones, se han abierto también a la crítica. En lo que sigue, discutiremos lo que a nuestro juicio son las tesis centrales de cada capítulo, reconectándolas con las preocupaciones más generales expresadas en los focos analíticos recién definidos. P rofesores De algún modo la noción más intuitiva sobre política docente rescata el desafío central de los sistemas educativos: asegurar que haya un profesor com- petente en cada sala de clases. Según la información disponible, Chile parece tener serias dificultades para satisfacer este criterio. De acuerdo a resultados del sistema de evaluación docente, poco más de un tercio de los 30 mil profesores evaluados desde 2003 no alcanzaría el nivel de desempeño considerado “com- petente”. Este sistema ha sido criticado porque no evalúa el grado de conoci- miento que los docentes tienen de sus asignaturas. Sobre este aspecto —según datos del estudio Timms de 1999— en ciencias el 66 por ciento y en matemá- ticas el 45 por ciento de los alumnos chilenos de octavo grado eran educados por docentes que manifestaron sentirse poco seguros sobre su preparación para enseñar los contenidos de su asignatura. Cabe preguntarse entonces, ¿por qué es tan difícil transformar aquella intuición original en realidad? Examinada con detención, y tomando en cuenta lo que sabemos sobre cómo se comporta la profesión docente y el mercado laboral de los profeso- res, la pretensión de garantizar un docente competente conduciendo a cada grupo de alumnos es muy exigente. Como señala Emiliana Vegas en su trabajo Ciertamente, esta dificultad no es exclusiva de Chile. Para un análisis sobre la situación docen- te en los países desarrollados, ver OECD (2005) Teachers Matter. Attracting, developing, and retaining effective teachers , OECD.
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