La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena

170 La educación particular subvencionada como cooperadora del Estado año escolar. Al igual que los centros públicos, el consejo de administración y el personal de los centros subvencionados gozan de autonomía para fijar horarios y elegir los métodos de enseñanza y material didáctico. Ambos tipos de establecimiento están sometidos a la reglamentación vigente relativa a la inspección escolar. Los centros voluntarios, por sus antecedentes históricos, conservan cierta autonomía respecto al contenido de la instrucción religiosa. En cuanto a su estatuto, si bien oficialmente continúan siendo propiedad de la Iglesia —controlados por consejos de administración semi-independientes—, están sometidos a estrictas regulaciones estatales, que reducen, de forma signi- ficativa, su ámbito de autonomía. Los centros subvencionados reciben del sector público el reembolso de gastos referidos a salarios del personal docente y gastos de mantenimiento y funcionamiento. Adicionalmente, el sector público financia hasta un 85 por ciento del costo total de las obras de construcción importantes. Estos centros no pueden exigir a sus alumnos el pago de cuotas. En Inglaterra existen los centros parcialmente financiados por el sector público denominados centros voluntarios ( voluntary schools ), que dependen de la Iglesia o de organismos benéficos. Estos centros —que empezaron como independientes y financiados por las familias— se integraron con el tiempo al sector público, que actualmente financia casi todos sus gastos. Entre los centros voluntarios se distinguen los centros controlados ( volun- tary-controlled schools ), los centros subvencionados ( voluntary-aided schools ) y los centros con acuerdos especiales con el sector público ( special agreement schools ). Los primeros, de propiedad de los organismos promotores, suelen recibir los recursos necesarios para cubrir los gastos corrientes y de capital. Los centros subvencionados reciben solo los gastos corrientes, mientras los de ca- pital, derivados de mejoras o ampliaciones, son financiados por los organismos promotores. No obstante, es posible que el sector público haga aportes para financiar hasta un 85 por ciento de los gastos de capital. Finalmente, los special agreement schools pueden recibir donaciones equivalentes al 50 o 75 por ciento del costo de construcción de los edificios. En los Países Bajos, el financiamiento público destinado al sector priva- do se encuentra controlado por una serie de mecanismos reguladores, que se aplican al pago del personal docente, donde el número de docentes es deter- minado según la razón alumnos/profesor. El nivel de salarios, el horario y otras condiciones laborales, además de los costos de los locales y las cantidades em- pleadas para cubrir otros gastos corrientes, son también determinados central- mente. Además, el nivel central evalúa los resultados de los establecimientos. En el sistema holandés destaca, por un lado, la obligación de todos los centros de seguir un currículo uniforme, que especifica el número de horas dedicadas

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