La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena
145 Gregory Elacqua, Soledad González, Paula Pacheco Tohá, 2007) han sugerido que la ciudadanía cuente con instancias de partici- pación similares a las expuestas en el ámbito educativo. Una institucionalidad de este tipo en nuestro país debiera adoptar la figura de un Comité Comunal, que cumpla las funciones de un directorio res- pecto de la administración de los establecimientos públicos de la comuna. De esta forma, se estaría dando espacio para que la ciudadanía eligiera a aquellos representantes de este comité, y así la comunidad se haga parte y tenga in- fluencia sobre las decisiones vinculadas al ámbito educativo. También hay quienes plantean que estos organismos debieran garan- tizar la representatividad de los distintos sectores de la población como la Iglesia, Colegio de Profesores, autoridades locales, representantes del em- presariado, de las organizaciones vecinales y otros actores relevantes del nivel local. Ventajas de fortalecer la participación ciudadana en educación La principal ventaja de un modelo de este tipo es que la participación contribuye a mejorar la democracia en la medida que, al incorporar las de- mandas de los ciudadanos, otorga legitimidad a los procesos de toma de deci- siones. Lo anterior permitiría mejorar la calidad de las políticas educacionales a nivel local, las que estarían mejor dirigidas a lo que la ciudadanía necesita y exige, a la vez que la compromete con el logro de sus objetivos. Los argumentos a favor de promover la participación ciudadana en edu- cación y en la implementación de las medidas necesarias para lograrlo pro- vienen de diferentes puntos de vista. Se afirma que nadie sabe mejor que los propios interesados qué es lo que sus escuelas requieren para mejorar los aprendizajes de los niños y adecuar los planes y objetivos curriculares defini- dos por el nivel central a la realidad local (Howell, 2005). En esta dirección, se señala que los comités o consejos formados por miembros de la comunidad local son los organismos que naturalmente de- bieran asumir la responsabilidad por el funcionamiento de las escuelas. Sin embargo, el debate actual en Estados Unidos respecto de quién debe responsabilizarse por el estado de la educación está lejos de estar resuelto. En ese país, la responsabilidad por el desempeño de las escuelas ha sido tradicionalmente de los school boards. En general se señala que la principal ventaja de responsabilizar a este tipo de comités es que pueden ocuparse de manera responsable, efectiva y a tiempo completo de los temas técnicos educativos, lo que no ocurre con las autoridades municipales o federales (Howell, 2005). Por otra parte, en municipios grandes, con una ciudadanía muy diversa, el alcalde puede no representar adecuadamente los distintos intereses de los ciudadanos (Viteritti, 2005).
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