La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena

130 Fortalecer la educación municipal. Evidencia empírica, reflexiones y líneas de propuesta que permita vincular temas de finanzas y de resultados educativos. Finalmente, es indicio de una buena gestión municipal de la educación la disponibilidad de un diagnóstico actualizado de la situación de la población en edad escolar y la realidad de los colegios en la comuna, las competencias y herramientas para trabajar en red, en temas de recursos, asistencia técnica y provisión de servicios, y la rendición de cuentas del sostenedor hacia la comunidad y familias, y hacia el Ministerio. Con todo, la experiencia de otros países indica que no es suficiente es- tablecer estándares, menos cuando las capacidades de gestión y de recursos están muy desigualmente distribuidas. En esta perspectiva, es urgente instalar una política de apoyo (expansión de capacidades de gestión de la educación) a los sostenedores de educación. No se trata de diseñar un programa nacional que llega por igual a todos los municipios. Por el contrario, la heterogeneidad de situaciones municipales esbozada en las secciones anteriores indica que la estrategia de apoyo debe diferenciarse según la situación particular de la educa- ción en cada municipio y las capacidades de gestión de la educación con que ya cuenta. Los apoyos, además de estar ajustados a la realidad de los municipios, deben ser conversados y negociados con estos. No hacerlo, tiene el riesgo de que la “intervención externa” permanezca como tal y no se produzca la esperada apropiación de capacidades por parte del sostenedor y su equipo técnico. Condiciones adicionales para el mejoramiento de la educación municipal Finalmente —a modo de síntesis— si se desea fortalecer la educación mu- nicipal como base de un sistema público descentralizado, es importante abordar los siguientes seis desafíos. Primero, revisar y alinear la normativa que rige el sector educacional, desde la LOCE, pasando por el Estatuto Docente, la subvención escolar, la asignación de inversiones en infraestructura, los incentivos por desempeño, la evaluación docente, las modalidades de perfeccionamiento y su financiamien- to, normas y reglamentos de creación de colegios y otros. Toda ella debe ser evaluada, y modificada toda vez que sea incoherente con un sistema de educa- ción mixto descentralizado, que respeta y apoya la autonomía de decisión en los niveles inferiores del sistema en los ámbitos en que tiene atribuciones, con mecanismos de acreditación de calidad. La educación municipal, como here- dera de la educación pública y garante del derecho a una educación gratuita, debe contar con similar autonomía que la particular subvencionada y someter- se a similares mecanismos de acreditación. Al mismo tiempo, los sostenedores municipales tienen una responsabilidad sobre el sistema educacional y la po- blación en edad escolar en su territorio, lo que sobrepasa la administración y gestión de los establecimientos.

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