La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena
114 Fortalecer la educación municipal. Evidencia empírica, reflexiones y líneas de propuesta aporte a la educación de sus ingresos propios ya que, así se sostiene, el monto de los ingresos por subvención no cubre los costos. El costo fijo más fuerte para los municipios es el salario del personal, que absorbe siempre al menos el 80 por ciento del costo de proveer educación, y con frecuencia se acerca al 100 por ciento. En segundo lugar, aparecen los costos asociados al mantenimiento y funcionamiento cotidiano de los establecimientos edu- cacionales. La brecha de los gastos respecto a los ingresos es mayor en municipios con baja matrícula, colegios y cursos de menor tamaño, situaciones que tienden a concentrarse en comunas de menor población y con rasgos más rurales, pese a que los colegios en esta situación tienen acceso al beneficio de “desempe- ño en condiciones difíciles” (llamado también “piso de ruralidad”). En estas situaciones, la caída en la matrícula municipal (por razones demográficas o competencia con la educación particular subvencionada), junto a las trabas que impone el Estatuto Docente para racionalizar la planta docente, impactan negativamente las finanzas de la educación municipal. En municipios grandes, la subvención escolar puede cubrir la casi to- talidad de los costos fijos. Esta situación se observó en municipios que se atrevieron a implementar procesos totales o parciales de racionalización del personal, 11 con costos económicos y políticos altos en el corto plazo —pago de indemnizaciones y bonos de retiro, gastos asociados a sumarios y deman- das legales—, y una mejora en la situación financiera de la educación en el mediano y largo plazo. Estudios de casos muestran estrategias diversas, desde racionalización máxima, pasando por ajustes graduales de personal hasta nula racionalización de personal. Numerosos casos comprueban que no necesariamente un mayor aporte municipal indica más compromiso con la educación o con la implementación de iniciativas para mejorar la calidad de la misma. Por el contrario, lo más frecuente es encontrar que altos aportes se destinan a paliar déficit financiero o, inversamente, que municipios con un bajo aporte realizan verdaderas ini- ciativas pro-calidad. La contabilidad que llevan los DAEM y corporaciones sobre finanzas, ingresos y gastos es precaria y poco específica. La mayoría lleva una conta- que incentive esta clase de donaciones, y en los municipios existe poca capacidad o iniciativa de gestión de estos recursos. 11 La primera alternativa implica un respaldo total del alcalde y Concejo Municipal, disponibi- lidad de recursos con fines de indemnización y de un bono que hagan atractiva y posible una jubilación digna o la salida de personal no requerido, y apoyo legal para enfrentar los sumarios que pueden suscitarse. La segunda implica conocer y aprovechar al máximo la reglamentación y los espacios que deja abiertos para ajustar la dotación a través de mecanis- mos mediados por el PADEM (Plan Anual de Desarrollo Educativo Municipal), beneficios de jubilación anticipada, concursos o re-concursos de directivos y similares.
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