La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena

110 Fortalecer la educación municipal. Evidencia empírica, reflexiones y líneas de propuesta Estos desafíos llevan a concluir que buena parte de las decisiones clave para el éxito educativo (acciones o instrumentos, momento, secuencia, metodo- logía, etc.) deben tomarse de manera autónoma en el nivel más cercano posible a la unidad educativa y a su sostenedor, responsable legal de los resultados de las unidades educativas a su cargo. Si ello es así, la mejor alternativa de gestión para el sistema público de educación es la que está más cerca de la unidad educativa, siempre que posea autonomía para tomar decisiones, y recursos y capacidades para hacerlo. En este marco, el nivel superior apoya y vigila para que la autonomía en la toma de decisiones del sostenedor y de los establecimientos educativos efectivamente conduzca a mejoras en la calidad y equidad en el acceso y en los resultados del proceso enseñanza-aprendizaje. Esto significa que una de las res- ponsabilidades fundamentales del nivel superior (nacional) es evaluar procesos y resultados, y asegurar que los sostenedores de la educación pública cuenten con la asesoría técnica para expandir / fortalecer sus propias capacidades de gestión escolar y las de sus directivos y docentes. Últimamente, la literatura especializada reconoce la importancia de una retroalimentación regular al trabajo realizado en el plano técnico-pedagógico, tanto lateralmente —entre colegas o pares— como desde el nivel inmedia- tamente superior, relevando en este caso el papel del equipo directivo de la escuela o liceo que vela por, y apoya la, buena enseñanza en el aula. En este contexto, se plantea, y hay experiencias empíricas que lo sustentan, el potencial del trabajo en red para la mejora de la educación. La estrategia lateral de trabajo en red se plantea como complemento indispensable, por una parte, de las estrategias centrales que definen están- dares y exigencias de cumplimiento y, por otra, el refuerzo a la autonomía escolar que conlleva el riesgo de aislamiento sobre sí mismo de cada cole- gio. Delannoy (2007) sintetiza así los requerimientos de las redes: “Para ser efectivas, las redes requieren un foco y valores compartidos, y una estructura y procedimientos claros; los conocimientos que generan tienen que estar basados en evidencia y focalizados en el ‘negocio central’ del colegio —el aprendizaje—, y estar sujetos a procesos rigurosos de aseguramiento de cali- dad; los participantes deben estar dispuestos a colaborar, y la red necesita de recursos adecuados”. Añade que existe evidencia que indica que en la cultura tradicional verticalista (da el ejemplo de Japón) es más difícil lanzar y sostener una modalidad de trabajo en red. En un último artículo, Campbell y Fullan (2006) plantean la conveniencia Las redes pueden tomar distintas formas, desde “comunidades de práctica”, “comunidades virtuales”, modalidades de trabajo que conectan un grupo de establecimientos con un socio externo (Delannoy, 2007, texto no publicado).

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