De cobre, microbios y arte

El cobre chileno 79 De todas formas, la nacionalización de Frei Montalva resultó insuficiente para alcanzar los objetivos de desarrollo y al mismo tiempo profundizar las reformas sociales, por lo que durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973) se avanzó en la nacionalización del cobre. Efectivamente, el 11 de julio de 1971 el Congreso aprobó por unanimidad la nacionalización del metal rojo, que pasó en forma íntegra a manos del Estado chileno. En definitiva, se trató de un esfuerzo por avanzar en una estrategia de desarrollo que rompiera nuestra dependencia de los recursos naturales y las potencias industriales, transfiriendo recursos desde el sector primario exportador a la industria sustitutiva, pero que también redujera las profundas desigualdades que atravesaba el Chile nacional popular: un derrotero que el 11 de septiembre de 1973 fue abruptamente aplastado por la bota de los militares. La privatización del cobre Durante la dictadura militar (1973-1990), el carácter estratégico del cobre para asegurar el financiamiento de las Fuerzas Armadas, la acción de civiles nacionalistas, el papel desempeñado por la clase obrera minera y el apoyo popular que había alcanzado la nacionalización impidieron la privatización de Codelco, que continuó siendo el organismo rector de la gran minería del cobre. Sin embargo, uno de los principales legados de la dictadura en materia minera fue haber negociado una significativa indemnización con las empresas estadounidenses expropiadas, la creación de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) y haber construido el andamiaje institucional de la minería vigente hasta el día de hoy. El decreto 600 de inversión extranjera entregó igualdad de oportunidades a las inversiones, fueran nacionales o extranjeras, lo que permitió el retorno paulatino de capitales multinacionales a la explotación de minerales (Fermandois et al., 2009). De todas formas, la crisis económica de 1982-1983, el desprestigio internacional que