De cobre, microbios y arte
Experiencias previas de arte con microorganismos 37 6 Traducción del inglés de elaboración propia. impronta. Así, el autor se autorretrata no solamente en base a la forma particular de su cuerpo, sino también a la composición de su microbiota, que es distinta en cada persona. De hecho, el análisis genético de la microbiota personal permite incluso la individualización de gemelos de idéntico ADN (Franzosa et al., 2015). Fig. 12 . Edgar Lissel. De la serie Myself , 2004-2010. Fotografía de impronta microbiana (impresión en tinta pigmentada sobre papel de conservación), 80 x 100 cm. Edición de 5 + 2 PA. Cortesía del autor. Otra artista que ha improntado su microbiota dérmica es la austriaca Sonja Bäumel, quien en la obra Expanded Self (Fig. 13), realizada con la colaboración del bacteriólogo Erich Schopf, se acuesta boca abajo sobre el agar contenido en una placa de 210 x 80 cm, para luego dejar crecer los microorganismos que fueron transferidos desde su cuerpo al medio de cultivo. Al séptimo día, la placa es fotografiada y documentada, para luego ser exhibido su registro. De esta manera, la artista hace visible lo que es declarado en su trabajo audiovisual (In)visible : que “el cuerpo humano no termina con su piel, sino que está expandiéndose invisiblemente en el espacio” 6 (Bäumel, 2009, 0’16”).
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