De cobre, microbios y arte

Arte biológico: biomedialidad y biopolítica 19 9 López del Rincón (2015, cap. 2) sostiene que las pinturas microbianas de Fleming no revisten carácter artístico, sino didáctico, argumentando que el propio Fleming (1937/2007) propuso el uso de su técnica para tales fines. 10 En inglés, K-9 se pronuncia igual a canine (“canino”), y GFP es la sigla para “proteína fluorescente verde”. (Fleming, 1937/2007; Maurois, 1959, cap. XI). Al respecto, cabe destacar que aun cuando su condición de obras de arte ha sido cuestionada 9 , y de que el mismo Fleming no se consideraba un artista (Maurois, 1959, cap. V), las germ paintings fueron pioneras en el desarrollo del arte biomedial, así como el primer antecedente de lo que hoy se conoce como arte microbiano. Diversas estrategias A partir de la década de 1980, y con notoriedad desde los 90, varios/as artistas han ido incorporando en su producción artística el uso de técnicas y medios biológicos, contribuyendo así a la diversificación del bioarte. A continuación se presentan (sin orden cronológico) algunos ejemplos, a fin de ilustrar parte de esta diversidad. A fines de los 90, el brasileño-estadounidense Eduardo Kac ideó la obra GFP K-9 10 . Esta consistiría en la producción de un perro transgénico, que fluorescería de color verde al ser iluminado con una longitud de onda específica, gracias a la introducción en su ADN de un gen de medusa que permite la producción de una proteína fluorescente (Kac, 1998/2005a). El proyecto tuvo acogida en científicos del Instituto Nacional de Investigación Agronómica (INRA) en Francia, donde Louis- Marie Houdebine y Patrick Prunet accedieron a producir el animal, pero sería un conejo en lugar de un perro. Así nació Alba, una coneja albina que portaba un gen sintético, derivado del mencionado gen de medusa, que la hacía fluorescer verde al ser expuesta a luz azul (Kac, 2000/2005b). El proyecto de Kac, que pasó a llamarse GFP Bunny , contemplaba llevar a la coneja a vivir con él a Chicago y hacerla parte de su familia,