Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

97 cautiverio oficiando de sacerdotisa, tal cual en la obra de Eurípides. Y, como en Eurípides, Ifigenia menosprecia lo que significa ocupar esta alta dignidad entre los bárbaros tauros. Dice Goethe en el cuerpo de Ifigenia: “¡Oh, y con qué bochorno confieso que con tácita repugnan- cia te sirvo, ¡oh, diosa!, que eres mi salvadora”. Ifigenia también debía haber sido sacrificada a esa imagen, pues también es extranjera. Los tauros, empero, le han perdonado la vida. Ifigenia dice que ha sido la diosa; quizá ha sido el amor. Escribe Goethe: “y ya que una vez me salvaste de la muerte, sálvame ahora también de esta vida que aquí llevo y que es para mí cual otra muerte”. En efecto, Ifigenia ya no soporta servir al poder, haber conseguido esa posición que incumbe la muerte de los extranjeros. Entonces, el tauro que la escucha quejarse, extrañado por las palabras de Ifigenia, le pregunta: arkas : ¿Acaso crees digno de elogio a quien no estima lo que hace? ifigenia : Censuras merecer suele quien de sus hechos se ufana. 67 Esta es la gran diferencia que separa a estas dos visiones de la existen- cia humana. Quien cree deber reconciliarse como sea con lo que hace, aun cuando ello signifique renegar de todo ideal, como Clavijo; y quien, como Ifigenia, está a disgusto porque no soporta someterse al poder de los hechos, al estado de las cosas tal y como se presentan. Ifigenia es la voz de la ilustración, pero una ilustración que sufre sensiblemente en su ambiente. 68 La barbarie reprocha a quien no estima lo que hace, el hecho de no estimar lo que le ha tocado. Pero la libertad humana no descansa sobre lo que ha tocado . La libertad abjura del estado de cosas y prefiere lo que todavía no existe. Y por eso se mueve, por eso se moles- ta. Engels en El socialismo alemán en verso y prosa , sostiene que, en una de las actitudes que Goethe tiene frente a la sociedad alemana, “[esta] le es hostil, le toma aversión y trata de huir de ella”. Y claro, dice Engels, Ifigenia es el personaje de esta actitud. 69 67 Goethe ( 2003 , pp. 744 - 5 ). 68 No es casual el empeño de Gaspar Jovellanos para ofrecer una traducción de la Iphigenie , de Racine a los recintos reales, pese a la Inquisición. 69 Bujarin ( 1978 , p. 28 ).

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