Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

91 bello frente a la autoridad Bello no es tanto un personaje abordable por la ciencia política como por la poética-política. Por eso, sus similitudes con Goethe, quien fue también poeta a la vez que consejero áulico, no han sido pocas veces señaladas. Y claro, corresponde a una generación de poetas que tienen una intensa vida política; unas revolucionarias, las otras conservadoras; moderadas o radicales. Chénier, Chateaubriand, Olmedo, Mora, Leo- pardi y Schiller. La relación con el poder en estos poetas será muy di- versa. A la vez, unos pertenecen a la primera fila de la poesía universal, otros a la tercera o cuarta, quizá la segunda de sus galerías nacionales. Cuando Bello está ya muerto, a instancias de Miguel Luis Amuná- tegui, el Congreso Nacional, mediante la ley del 5 de septiembre de 1872 , recompensa sus servicios brindados al país, que justifica en vir- tud de su condición de “escritor, profesor i codificador”. Esta multi- plicidad general, como escribía Menéndez y Pelayo, lo hace: comparable en algún modo con aquellos patriarcas de los pueblos primitivos, a la vez filósofos y poetas, atrayendo a los hombres con el halago de la armonía para reducirlos a cultura y vida social, al mismo tiempo que levantaban los muros de las ciudades y escri- bían en tablas imperecederas los sagrados preceptos de la ley. 53 53 Menéndez y Pelayo ( 1982 , p. 161 ).

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