Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
800 la luz del Sol me pusieres, como el tuyo no me quites vivire con gran contento. 248 En su pequeño libro Dostoyevski lee a Hegel en Siberia y rompe a llorar , László Földényi recuerda que en 1854 Dostoievski fue enviado a Si- beria, y que allí trabó amistad con Alexandr Yegorovich Vragel, fiscal del lugar y lector de Hegel. Földényi imagina que por Vragel llegaron a manos de Dostoievski las Lecciones sobre la filosofía de la historia de Hegel, dictadas entre el otoño de 1822 y la primavera de 1831 . Allí ha- bría leído: “Primero hemos de dejar de lado la vertiente norte, Siberia. Se halla fuera del ámbito de nuestro estudio. Las características del país no le permiten ser un escenario para la cultura histórica ni crear una forma propia en la cultura universal”. 249 Dostoievski no solamente ha sido deportado a Siberia, sino que además Hegel lo ha exiliado de la historia. El lugar donde está deportado no tiene cabida en la historia; él mismo no vuelve históricamente relevante al lugar. Para Dostoievski esto será horrible, pero hará ver que el ser humano se puede salir de la historia. Hay que salirse de la historia para poder verla. Este, en cierto sentido, es también el problema de Bello. Es un pro- blema de haber visto la historia desde dentro, en una posición más bien subalterna, renunciar a habitar sus estrechos recintos. Mientras Dostoievski ha sido deportado, Bello se saldrá, por así decirlo, de los espacios propiamente históricos. Saldrá hacia la periferia de la historia. Se jubila y, sin embargo, es en ese momento cuando comienza el Bello que realmente conocemos, el que hizo historia: Bello, liberado de la historia y por lo tanto anulado por ella, comienza a urdir la historieta de su nuevo espacio, a escribir la poesía y la historia americana, a redactar su Derecho interno, a aconsejar las divisas internacionales, a volver a la historia que había abandonado, trayendo consigo un nuevo espacio para la historia. Es como si la historia europea se hubiese dilatado es- pacialmente a través de Bello y que, al mismo tiempo, hubiese quedado desmentida por ese mismo acto de expansión. Este acto de expansión 248 Cuadernos de Londres , cuaderno Lope de Vega II, en Bello ( 2017 , p. 784 ). 249 Földényi ( 2006 , p. 7 ).
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