Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

797 así sonaba), y no al impuro Nilo se mezcle más tu llanto. «El Jordán a sus campos te convida; te oyó el Señor; Egipto marchar verá a la tierra prometida tu linaje proscripto. «Ese niño que virgen inocente salvó de olas y vientos, es el profeta del Horeb ardiente, rey de los elementos. «Humillaos, mortales insensatos, que al Eterno hacéis guerra; he ahí el legislador, que sus mandatos promulgará a la tierra. «Cuna humilde, baldón de la fortuna juguete del profundo, ha salvado a Israel; humilde cuna ha de salvar al mundo». 247 Bello llegó a Chile bajo el gobierno de Francisco Antonio Pinto, pero recomendado por Mariano Egaña. En las tensiones políticas del mo- mento, se instaló al lado de los conservadores, aunque, poco a poco, cultivó él mismo la chacra liberal, y con el paso del tiempo también redactó las leyes del habla y las del Derecho Privado. Es posible que Bello se haya sentido rescatado de las aguas. El re- lato de este rescate tiene todo el genio antitrágico de la visión judía. Aquello que parece una catástrofe, el niño flotando en las aguas, ha sido dispuesto por la madre y la hermana. El corazón del poder se ha estremecido, el niño ha sido inmediatamente rescatado y la herma- na, que aparece casualmente en la escena, se ofrece a conseguir una 247 “Moisés salvado de las aguas”, vv. 125 - 144 , ibid ., pp. 249 - 50 .

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