Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
792 próxima época colonial. Se enfrentaron a un caótico cahuín y lo deshil- vanaron para entregarle una lógica que ha mantenido no poco tiempo atascada a la historiografía, y secuestrada a la épica local que los chile- nos se narran mutuamente a propósito de esas efemérides. Poco a poco, con la consolidación de las repúblicas en Hispa- noamérica, se irá levantando la veda contra la Colonia. “El imperio” pasará a ser una vieja referencia nostálgica, un ancestro común con la España convulsionada del siglo XX. Poco a poco también se irá desmantelando esa épica apócrifa de la emancipación americana y saldrá a la luz el carácter de guerra civil que tuvo. Un historiador tan oficial como Campos Harriet, ya a mediados del siglo XX, podrá hacerse esta incómoda pregunta en su libro Los defensores del Rey : “¿Cuántos chilenos abrazaron la causa del Rey?; Y, ¿cuántos españo- les no terminaron acogiéndose a los pabellones de la República y le prestaron valiosos servicios?”. 237 237 Campos Harriet ( 1958 , p. 12 ).
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