Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

789 nó, i voi a demostrarlo con algunos ejemplos. Examinando una a una las definiciones de los doce signos del zodíaco, se ve que el Diccionario de la lengua castellana nos dice que el sol los recorre aparentemente en este orden: los de Aries, Tauro i Jéminis, en la primavera; los de Cáncer, Lo i Virgo, en el verano; los de Libra, Escorpión i Sajitario, en el otoño; i los de Capricornio, Acuario i Píscis, en el invierno. Indudablemente esto es exacto para los que escriben en España i para todos los demás habitantes del hemisfe- rio boreal; pero es mui cierto también que en el hemisferio austral este fenómeno se verifica a la inversa. 233 Lo mismo ocurría con las definiciones que el Diccionario ofrecía de las estaciones del año, vinculadas estas a fechas válidas para el hemis- ferio norte, pero no para el nuestro. En su Cosmografía , Andrés Bello había hecho notar este mismo asunto, traduciendo esta relación al hemisferio sur para tanto el caso del zodíaco como las estaciones. 234 Amunátegui Reyes también protesta a favor del entendimiento de los ecuatorianos: ahí las diferencias entre las estaciones del año son muy tenues, pero el Diccionario “no cruza la línea equinoccial” y, por tanto, tampoco reconoce esta delgada diferencia entre las gruesas diferen- cias hemisféricas: eurocentrismo del más burdo. escribir para enfrentar La historia como progreso y la educación del género humano como su garantía fue una idea prioritaria del siglo XIX. Los hermanos Amuná- tegui y sus respectivos hijos siguieron esta doctrina a pie juntillas. Se lanzaron furiosos contra conservadores chilenos y extranjeros que la ponían en duda y contra poetas americanos románticos que atenua- ban su relevancia al pie de consideraciones existenciales. Los borrones coloniales a veces se extendieron en contra de quie- nes los hacían. Esa historia narrada por el hijo de Andrés Bello, a su 233 Ibid ., p. 80 . 234 Ibid ., p. 83 .