Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

776 eludir la contradicción. La vivían y reclamaban la coherencia liberal de los herederos de la Independencia. Y es que las ofensivas contra la idea misma de la Colonia no son pura historiografía; son, más bien, una manera cortés de señalar los defectos de ese presente que vivían, apelando a consideraciones comunes. La exhibición de la propia vida de Heredia, su “sinceridad”, “hace que el análisis de sus producciones se convierta en la historia fiel de su intelijencia i de su corazon. El crítico de este poeta tiene por nece- sidad que ser al mismo tiempo su historiador”. 196 Comparan a Heredia con Espronceda, pero agregan que Espronceda tiene más fantasía y sonoridad. Reclaman que el más recordado poema de Heredia, aquel sobre las cataratas del Niágara, ni se acerca a las ocho palabras que Chateaubriand les dedicó en su novela Atala : “Esta es una columna de agua del diluvio”. 197 Hay un elemento común a todos los poetas hispanoamericanos, afirman los Amunátegui, y es que todos son “mui celosos de la in- dependencia de su patria”, 198 sean “españoles” o “yankees” los inva- sores. Este aspecto, que no se cansan de loar, contrasta con el juicio esencial que resiste en diversas aplicaciones a los casos particulares, y es que todos estos poetas no son magníficos; son buenos, en oca- siones magistrales, pero opacos comparados a los poetas europeos y norteamericanos. Hay, no obstante, en las metáforas de la luz —a propósito de He- redia— una idea que podría dejarse al margen. Se trata de la visión del sol, “todo un primo hermano de Dios”, dicen los hermanos. El sol, un dios antiguo y también uno del iluminismo, parece poseer las cualidades de una supermusa, pero el exceso de luz también ence- guece, al igual que la ceguera general del oscurantismo colonial. Por eso los modos de recibir la metáfora de la luz se vuelven priorita- rios: “El poeta dice ántes de todo que si sus ojos tuvieran tanto ardor como su mente, los fijaria en el semblante fúljido del sol, i se llevaria 196 Ibid ., p. 145 . 197 Ibid ., p. 154 . 198 Ibid ., p. 164 .