Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
771 estético de la densidad social. Fue un poeta que percibió la impor- tancia que para la realización humana tenían las así llamadas cosas pequeñas, y que las inmensas ambiciones eran principales obstáculos para el minucioso trabajo que era la vida buena. De ahí su valoración de las relaciones civilizadas al interior del hogar como microcosmos y único cosmos del ser humano. El sentido grandioso de la naturaleza conspiraba contra la vida social, si bien la valoraba como lo sublime externo. La ciudad era un hábitat ineludible que debía ser suavizado por el poeta, que expresa una sublimidad interior. Los Amunátegui compartían la idea de Longfellow. La fuga hacia los espacios naturales procedía de la impaciencia. Esa fuga era tam- bién ilusoria, pues solo se abandonaba la tarea, que para los Amuná- tegui consistía en hacer desaparecer la rusticidad colonial. Citan al poeta estadounidense William Cullen Bryant ( 1794 - 1878 ), poeta de la naturaleza, defensor de los derechos humanos y abolicionista. Bryant había sostenido que él encontraba a Dios en los espacios naturales, pero que también lo encontraba “en medio de esa multitud que rueda a través de la gran ciudad”: 181 Este ejemplo basta para evidenciar la inmensa ventaja de esa poesía activa, que da calor a nuestro corazón i estímulo a nuestra volun- tad, sobre esa poesía llorona que abate i enerva. La una impulsa al trabajo, hace que el hombre ponga en ejercicio todas sus facultades i la otra lleva al fastidio, a la pereza, a la apatía. Es bello que el poeta sea un Tirteo, no de las batallas, como en la antigüedad, sino de la ciencia, de la industria. No nos gusta que sea una especie de cartujo panteista, que renuncie a toda iniciativa, a toda espontaneidad para pasar su vida entera en una contemplación infecunda i en un aba- timiento mortal. 182 Intentan hacerse cargo del argumento según el cual el tema del poeta es inviolable. Los Amunátegui oponen el programa progresista a la subjetividad del tema poético: “En este siglo XIX, que ha visto caer 181 Citado en ibid . , p. 85 . 182 Ibid ., p. 86 .
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=