Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

763 La estrictísima gramática y ortografía de Miguel Luis Amunátegui llega al punto de mirar con malos ojos las licencias que muchos poetas hispanos se daban —que él apunta como ejemplos— para conseguir una rima y métrica, cambiando las acentuaciones de las palabras: “Por eso, lo mejor sería que las palabras solo se emplearan en verso con la misma acentuación que deben tener en prosa”. 161 Llega a recomendar que, cuando los poetas se tomen dichas licencias de acentuación, de- berían pintar el acento para que los lectores sepan que el escritor lo hizo por una licencia poética y no porque sea ese el correcto uso de la tilde. En esto era más papista que Bello, porque el viejo maestro había escrito: “Ya se ha dicho que en verso puede permitirse alguna libertad para preferir el uso menos autorizado y análogo; pero estas licencias no deben nunca pasar de la poesía a la prosa”. 162 Todas estas precauciones, que parecen tan excesivas, hablan de una obsesión pedagógica. Los hermanos Amunátegui llevaban a cabo varias tareas al mismo tiempo. Teorizaban, analizaban, divul- gaban e innovaban. En un párrafo hacían de críticos literarios, y en el siguiente enmendaban una falta, para ellos siempre grave, de la gramática fijada por Bello. Los hermanos Amunátegui no se hicieron una idea caritativa de la poesía que ellos llamaban hispanoamericana. El Juicio crítico de algu- nos poetas hispano-americanos es un voluminoso libro, una revisión de cientos de textos de poetas pertenecientes a la región americana que un día conformó el Imperio Español. Está repleto de comparacio- nes con textos de tema similar, pero escritos por poetas europeos y norteamericanos, autores por quienes los hermanos no disimulaban predilección. Las críticas esbozadas suelen ser exhaustivas, incisivas, a veces majaderas. Otorgan considerable importancia a la biografía de los poetas, con las que anteceden cada uno de los análisis críticos; a menudo las celebran, aunque solo en parte y casi acaban censurándo- le algún aspecto. 161 Ibid., p. 11 . 162 Bello (Vol. VI, p. 82 ).