Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

754 durante el dominio español, 140 y muy especialmente las bellas letras, en cuyo mérito, veían ellos, el termómetro definitivo de la civilización. El mismo Domingo Amunátegui Solar daba cuenta de este defecto, que podía atribuírsele a la mayoría de los primeros historiadores, al siguien- te tenor: “Nacidos todos ellos cuando acababa de terminar la guerra de la Independencia, inconscientemente, se esforzaron en libros por dar a conocer los vicios y defectos de que adolecía el régimen español, y olvidaron casi en absoluto las fases favorables a la monarquía”. 141 Pues bien, si Miguel Luis Amunátegui Reyes dedicó sus Borrones gramatica- les a disciplinar el habla plural hispanoamericana bajo la férula de sus investigaciones herederas de la Gramática de Bello, hay que entender que este ejercicio correspondió a un ataque a las peculiaridades legadas por “la Colonia” y que expresaban lo colonial que había que erradicar. Por eso mismo, no debe sorprendernos que en la gramática y en la his- toria los Amunátegui hayan marcado con un gran borrón de despre- cio la “época colonial” y hayan tarjado las posteriores apariciones de la condición colonial. Verdaderos borrones gramático-coloniales. mercedes marín o el futuro En 1856 , Miguel Luis y Gregorio Víctor Amunátegui se expresaban así en relación a quienes, según ellos, preservaban los lastres coloniales: Hai todavía un gran número de individuos que no se atreven a decir- lo en alta voz ni mui a las claras, porque tienen cierto respeto a las ideas dominantes, pero que en el fondo de su alma tal vez sin darse a sí mismos una cuenta bien precisa de su pensamiento, querrían ardientemente cerrar todas las escuelas, destruir todos los colejios, 140 Estas técnicas de preterización fueron inmediatas a las independencias. En los cotejos que Pedro Grases hizo en su estudio sobre la historia económica y polí- tica de Venezuela escrita por Bello, para dar con la redacción original, saltan a la vista modificaciones muy decidoras que el mismo Grases comenta. Por ejemplo, los “presentes históricos” que utiliza Bello, Yanes los reemplazó por el pretérito indefinido, de tal suerte que el texto de Yanes dará la sensación de estarse refi- riendo a sucesos antiquísimos, que no es otra cosa que una manera de relegar a la época colonial (o sea, tratarla como “época”). Ver Grases ( 1946 , p. 150 ). 141 Amunátegui Solar ( 1915 , p. 166 ).

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=