Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

750 Posteriormente, en su memorable Ideario y ruta de la emancipación chilena de 1957 , Eyzaguirre hará menciones explícitas a los responsa- bles de tales perjuicios: Don Miguel Luis Amunátegui [...] sostuvo que el dogma de la ma- jestad Real fue el fundamento sobre el cual España construyó toda su dominación en América. Para afianzarlo, la metrópoli rodeó al nuevo Mundo de intencionada soledad intelectual y económica, y le preservó de contactos foráneos que pudieran debilitar su fideli- dad y sojuzgamiento. 130 Esta paráfrasis a Amunátegui —a quien Joaquín Edwards Bello llamó “sabio”—, 131 tomada de Los precursores de la Independencia de Chile , y citada por Eyzaguirre para rebatirla a lo largo de su ensayo (esgri- miendo la célebre tesis de la libertad política de los criollos colonia- les), sintetiza con fidelidad el sentido de los materiales expuestos por parte de Amunátegui. Ambas citas bien pueden considerarse un resumen de los muchos discursos hispanoamericanizantes o latinoamericanizantes surgidos en Chile desde el conservadurismo, por una parte; y desde la izquier- da, por la otra. Su inteligencia nace de un ánimo de develar las estruc- turas comunes a los pueblos que la atareada y atarantada geopolítica del siglo XIX dividió. En ese capítulo, Chile, lugar respecto del cual se ha predicado a todos los vientos una “excepcionalidad” manifiesta, es un ejemplo —mal ejemplo, en los términos de Eyzaguirre— de un es- píritu segregacionista. La Colonia —esto es, aquel inmenso momento que a todos nos unía— ha quedado relegada, y el discurso historiográ- fico ha sido la principal causa. Miguel Luis Amunátegui creía conocer la tardía pudicia de la historiografía conservadora. Había dicho de ella: “La historia se presenta muchas veces como una vieja mojigata, que consagra sus huesos a Dios, después de haber abandonado su car- ne al diablo”. 132 130 Eyzaguirre ( 2006 , p. 11 ). 131 Edwards Bello ( 1965 , p. 49 ). 132 Miguel Luis Amunátegui ( 1882 , p. 79 ).