Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

741 creadas a favor de los jefes militares que más habían sobresalido en la guerra contra la metrópoli, es decir, en provecho suyo. El segundo deseó fundar monarquías constitucionales con principios traídos de las dinastías europeas. El uno se lisonjeó de improvisar reyes por la gracia de la victoria, i buscó sus títulos en los grandes servicios prestados a la patria, el otro procuró continuar en el nuevo mundo i en el siglo XIX los reyes por la gracia de la victoria, i buscó un apoyo a sus tronos en el principio gastado de la legitimidad. Los dos queda- ron burlados en sus planes, i los dos llevaron a la tumba, como justo castigo de su error, el pesar de un triste desengaño. 116 La distancia con los próceres americanos se hizo explícita con los Amunátegui, pero ya estaba larvada en Bello, a pesar de las acusacio- nes en su contra que lo sindicaban como un monárquico encubierto y un liberticida delator. Es uno de aquellos aspectos donde comienzan a definirse líneas de pensamiento duraderas, tales como lo que dio en llamarse “impersonalidad del poder”. Esta impersonalidad no es otra cosa que la vieja doctrina del gobierno de las leyes, que buscaban tanto un pensador aristocrático como Montesquieu y un teólogo dra- matúrgico como Lessing, de claras convicciones antiaristocráticas. Y, como he repetido tanto, muestra el legalismo propendido desde los literatos generalistas de ese tiempo. Además, con este texto antimonárquico, Amunátegui postulaba que —valga la paradoja— el sumo control monárquico era imposible en América, porque era el mejor caldo para la guerra y la destrucción: Donde quiera que se haya ensayado una de esas presidencias vita- licias o una de esas dictaduras de larga duración, se ha ido a parar a una revolución sangrienta i desastrosa, que ha enjendrado una serie casi interminable de calamidades públicas i privadas. 117 Los gramócratas argumentaban contra el poder militar y sus prácticas, que habían sido los protagonistas del suceso. Es un nuevo capítulo de 116 Miguel Luis Amunátegui ( 1853 , p. 13 ). 117 Ibid. , p. 23 .