Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

reñido con Bello, como testaferro de José Victorino Lastarria. Este personaje, sin embargo, sí había estudiado el Código Civil de Bello: se había titulado de abogado en 1876 . En vez de convencer a sus adver- sarios con la fuerza de la pluma, no había desmerecido otro tipo es- pecial de fuerza, que escapaba al calculado estilo ponderado de Bello: aquel personaje se llamaba Arturo Prat. Por los testimonios de Joaquín Larraín, Jacinto Chacón y Eduardo de la Barra sabemos que Arturo Prat había sido, en opinión de ellos, un apasionado del Derecho, y que, por lo tanto, no lo había estudiado por razones de orden exógeno, según la opinión de Bernardo Vicuña Mackenna. Es más, la descripción que Joaquín Larraín hizo de Artu- ro Prat como abogado nos habla de un ingenio gramócrata: “inquiría, analizaba, escrutaba, descomponía y reorganizaba sus argumentos con impecable facilidad”. 39 En al menos dos juicios de guerra, en los que actuó como defensor, y que suponían enfrentarse a superiores jerár- quicos en la Armada, Prat actuó acompañándose de todo su articulado conocimiento jurídico, sin temores reverenciales, logrando la absolu- ción de uno de sus defendidos. 40 Además, Prat escribió observaciones a 152 artículos del Proyecto de Ley de Navegación; quiso reponer “el fuero marítimo”, pero no obtuvo recepción favorable, como también la profesionalización del sistema de ascensos en la Armada. En 1879 , Joa- quín Larraín —su vecino en un pequeño bufet de Valparaíso— lo vería feliz porque había conseguido un navío, la Covadonga. 41 Prat llevó a cabo una gesta de tales proporciones que no pudo ser llamada absurda: fue heroica. De tal manera que Prat, que no pro- venía de ambientes exclusivamente militares; que, en la dicotomía pluma y espada, había preferido la pluma, ante una especialísima coyuntura se decidió por la espada, sabiendo que aquella espada se- ría, en aquel contexto, menos efectiva que una pluma. Prat así no escribió la historia, se escribió la historia sobre él, y la envergadura 39 Vial Correa ( 1995 , pp. 97 - 8 ). 40 La leyenda divulgada por el publicista Benjamín Vicuña Mackenna decía que en ambos casos logró la absolución, pero Gonzalo Vial Correa desmiente esta leyen- da, ibid ., pp. 98 - 104 . 41 Ibid. , pp. 106 - 7 . 700

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