Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

69 de naturaleza animal En la extensa biografía de Andrés Bello podemos encontrar una anto- logía de fragmentos del Viaje a las regiones equinocciales del nuevo con- tinente de Alexander von Humboldt y Aimé Bonpland, que publicó con sus comentarios en las páginas de El Censor Americano , en 1820 , a sus 39 años, casi una década antes de llegar a Chile. Aunque la exac- titud de los relatos de Humboldt ha sido relativizada por Mary Louise Pratt, no miento si digo que Humboldt —en la antología ofrecida a los lectores por Bello—, se refiere a la agricultura como “las plantas que sirven para el alimento del hombre”, y añade que “este Estado [es] el más natural y al mismo tiempo el que más seguridad inspira a la sociedad humana”. 1 La sociedad agrícola se muestra en el relato como una expresión de la compatibilidad liberal entre la naturaleza, por un lado, y el artificio, por el otro. Sin embargo, ¿por qué podría haberle importado esta compatibilidad a Bello? Existía —y tal vez existe— una relación entre la política y la natura- leza. Para Humboldt la naturaleza era algo así como un fatum —o sea, eso que también es llamado lo inevitable — , una realidad cuya oculta legislación había que desentrañar en detalle para saber aprovecharla. 2 1 “Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente”, en Bello (Vol. XXIV, pp. 370 - 1 ). 2 A lo cual, en otro lugar, Bello llama “la multitud de causas que en aquellos

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