Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

647 A plantar mis versos van en este bello jardín una flor; no es tulipán, no es diamela, es un jazmín: el jazmín del Tucumán; el que su tapiz ameno tendió a Enriqueta en su cuna, y vino de aromas lleno, imagen de su fortuna, al suelo feliz chileno. Me encanta, flor peregrina, esa tu actitud modesta; el que te ve se imagina ver una joven honesta, que el rostro a la tierra inclina. Bella flor, y ¿a qué pincel debiste tu nieve hermosa? A tu lado, en el vergel, vulgar parece la rosa, y presumido el clavel. 526 La flor, la pequeña redención que alcanzan las maltrechas cosas del mundo, es una idea que recorre la poesía de Bello. Escribe: Pero aun en este mísero desierto, a la alegría, a la esperanza muerto, halaga entre malezas y entre abrojos algún objeto los cansados ojos, alguna rosa que embalsama el aura y el falleciente espíritu restaura 526 “En el álbum de la señora doña Enriqueta Pinto de Bulnes”, vv. 1 - 20 , en Bello (Vol. I, p. 205 ).

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