Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

618 y caudalosa doctrina. Escribía como hablaba, enseñando siempre, con maravillosa claridad y orden didáctico, como quien va más atento al provecho común que a la vana ostentación del saber propio”. 457 Así, la divulgación que practicaba le permitirá “ensuciar” sus tex- tos de ejemplos —ya he dicho—, de mensajes morales y políticos, y también con la cita en bruto de autores cuya dicción especial admira- ba y prefería transmitir sin paráfrasis. 458 No se trata de que insertara mensajes subliminales en su Gramática , aunque aprovechara, con las “ilustraciones” textuales, de instruir a sus lectores sobre otros asuntos no directamente vinculados, como se puede ver a continuación: 298 . Lo es el demostrativo que de ordinario representa nombres como predicados, modificando a soy, estoy, parezco , u otros verbos de significación análoga: «Todos se precian de patriotas; y sin em- bargo de que muchos lo parecen, ¡cuán pocos lo son!»: Lo quie- re decir patriotas , y hace a patriotas predicado de muchos y pocos , modificando a parecen y son . «Hermoso fue aquel día, y no lo fue menos la noche». «Excesivas franquezas pueden ser perjudiciales, pero siempre lo será más un monopolio». Lo quiere decir hermosa, perjudicial , reproduciendo como predicados los adjetivos hermosa, perjudiciales , con la variación de género y número que corresponde a los sustantivos noche y monopolio . «La Alemania está hoy cubier- ta de ciudades magníficas, donde antes lo estaba de impenetrables bosques»: de impenetrables bosques es un complemento que modi- fica a cubierta , representado por lo , que hace a este adjetivo predi- cado de Alemania , sujeto tácito de estaba . 459 457 Menéndez y Pelayo ( 1948 , p. 355 ). 458 Por ejemplo, con Cervantes: “No estará de más notar que hubo en el castellano antiguo un verbo yogar, derivado del latino jocare (jugar, folgar); pero su conjuga- ción que era perfectamente regular, no tenía nada de común con la de yacer; como lo prueba Cervantes: ‘El diablo hizo que yogásemos juntos’. Obsérvese también que el antiguo iogar se pronunciaba jogar (con el sonido de nuestra j), como ioglar (joblar, jublar), iuego (juego), etc., a no ser en el significado especial en que lo usa Cervantes, que es el mismo de yacer en los títulos 1 º y 2 º de la Partida IV, y en la ley 7 , título 5 , libro III del Fuero Juzgo”. Gramática , en Bello (Vol. IV, p. 379 ). 459 Ibid ., p. 97 .

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