Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
598 Sarmiento”. 425 Ese separatismo, en efecto, iba ser uno de los legados de Sarmiento a Argentina, uno que intentaba escupir sobre el fan- tasma de unidad imperial propiciado por Bello. Detrás de Sarmiento venía Vicente Fidel López, veinteañero bonaerense, romántico con- vencido y también exiliado: ¿Ellos lo clasifican como extravagante, lo clasifican como un absurdo, lo clasifican como una locura brutal y que nada ha producido? Muy bien; aceptamos la conclusión con que nos hace comulgar su sacerdotal sabiduría, pero permítannos estos literatos un momento de reflexión y vamos haciendo conjeturas. “¿Él es la locura?”. Luego la Alemania que nunca ha sido clásica es un país de locos; luego Goethe, Kant, Schiller, Hegel son locos, son absurdos, son agentes inexplicables; luego toda la Europa que los ha mirado como grandes hombres está loca; luego el foco de la civilización está en Chile y el foco del atraso y de la demencia está en Europa. Muy bien: Vamos adelante con tan lindas consecuencias. 426 Esta defensa de los locos que en verdad no lo eran parecía la perorata de un loco. La cosa se escapa de las buenas maneras cuando Sarmien- to finalmente escribe sobre Bello: Si la ley del ostracismo estuviese en uso en nuestra democracia, ha- bríamos pedido en tiempo el destierro de un gran literato que vive entre nosotros sin otro motivo que serlo demasiado, y haber profun- dizado más allá de lo que la civilización exige los arcanos del idioma, y haber hecho gustar a nuestra juventud de las exterioridades del pensamiento, y de las formas en que se desenvuelve en nuestra len- gua, con menoscabo de las ideas y de la verdadera ilustración. 427 Las palabras de Sarmiento nos hablan del centro de esta sección. Bello es esencialmente un gramático y un estilista, no es un filósofo, 425 Lodares ( 2001 , p. 244 ). 426 Vicente Fidel López en Pinilla ( 1943 , p. 55 ). 427 Citado en Bocaz ( 2000 , p. 196 ).
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