Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

573 la música del himno nacional de Chile, fue un admirador con reser- vas de Rossini, 360 y su música lo confirmaba tanto que compuso una obertura para el Barbero de Sevilla que supuestamente Rossini valoró. Carnicer quemó toda su producción anterior a su ópera Adele di Lu- signano . Se exilió en Londres donde conoció a los exiliados liberales y a chilenos. Ahí se le encomendó la música para el himno cuya letra inicial posteriormente sería modificada por la de Eusebio Lillo ( 1826 - 1910 ), romántico, miembro de la Sociedad de la Igualdad y ministro de Balmaceda. Lillo que, al tiempo del encargo hecho a Carnicer re- cién nacía, pertenecería a la misma generación en el Instituto Nacio- nal de Diego Barros Arana, los hermanos Blest Gana y los hermanos Amunátegui. Estos últimos le dedicaron tiempo después varias críti- cas punzantes en Juicio crítico a algunos poetas hispano-americanos . El himno nacional tiene mucho de las óperas serías de Donizetti o Rossini. Bello quedó enamorado del aria con coro “Del tuo stellato soglio”, de la versión napolitana de Moisés en Egipto , por ejemplo, y si queremos hilar fino, hay que decir que su arranque se parece demasiado al aria “Maffio Orsini”, de la Lucrezia Borgia de Gaetano Donizetti, cuyo estreno en La Scala de Milán data de diciembre de 1833 , mientras que la melodía de Carnicer sobre el primer texto del himno nacional chileno escrito por Bernardo de Vera y Pintado es de 1828 . Bello prefería la letra de Eusebio Lillo, estrenada el 18 de septiembre de 1847 , pero hacía ver que el último verso del himno, que había sido conservado junto con el coro de la letra original, “no puede cantarse ni es verso”. 361 360 Por ejemplo, a propósito de una representación de La italiana en Argel , de Rossini, por la compañía lírica, Bello escribe: “La pieza aunque extravagante y absurda aún más de lo que puede permitirse a la ópera bufa, es de las populares de Rossi- ni, por la fecundidad y belleza de los motivos musicales con que ha sabido hermo- searla; si bien es preciso confesar que en ésta más que en otras dio el compositor, rienda suelta a su genio difuso, insistiendo a veces en un tema hasta el fastidio. La ópera bufa, que en todas partes tiene más aficionados que la seria, es también la que mejor se adapta a la fuerza de nuestra compañía lírica; y por eso desearíamos que ésta se limitase, si le fuese posible, a piezas cómicas o de un carácter medio”. En Bello (Vol. IX, p. 699 ). 361 En efecto: “La última línea del coro corresponde al verso ‘O el asilo contra la opresión’. Por la estructura métrica del verso, la palabra ‘contra’ se acentúa sobre la última sílaba en vez de la primera, y esto motiva la observación de Bello sobre la falta de relación entre la música, la métrica del verso y la prosodia”. Merino ( 1981 , p. 30 ) .

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