Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

565 como personajes particulares en sus escenarios históricos propios, que presentan ciertas analogías, especialmente, en lo que respecta al vínculo con el poder. 341 Que en la apoteosis misma, por ejemplo, de su “Discurso de insta- lación”, Bello cite a Goethe como buen ejemplo de acertado criterio, no debe apresurarnos a colegir que Bello siguió de cerca a Goethe. Como Bello es de “purismo moderado y conciliador”, 342 y no hay en él definición radical que lo aparte de mantenerse influyente, de nuevo la imagen de Goethe se viene a la cabeza. Esa característica les permite a Goethe como a Bello ser “carne de estatua” más que otros persona- jes ante los cuales la operación se vuelve más difícil. A este respecto, apunta Alfredo Jocelyn-Holt: En cierta medida la imagen que proyecta la estatua no es tan distin- ta de lo que el mismo Bello deja traslucir a través de leyes, de insti- tuciones, de sendos tratados científicos, de comunicaciones oficia- les, de decretos y reglamentaciones. Es decir, su obra comparte con la estatua que lo retrata esa misma frialdad normativa, esa pureza abstracta de razonabilidad y sensatez correcta, que muy útil que sea o la proclamen, igual, como que encubre algo, y la hace apare- cer demasiado contenida, refrenada, en su presunta perfección. 343 Pues como el propio Goethe escribió en su pieza teatral Stella : “La fi- gura del hombre es el mejor texto para cuanto se pueda sobre él sentir o decir”. 344 Este tipo de cuestiones se le achacaron también a Goethe. Ortega y Gasset se pregunta por la “tiesura”, la “rigidez” de Goethe, de por qué avanzaba entre la gente “llevando su cuerpo como se lleva un estandarte”. 345 341 En tal sentido, la definición que Harold Alvarado Tenorio hace de Bello es muy atingente: “Digno hijo de su tiempo y fiel al poder y sus gustos, clásico y románti- co, consideraba que el arte debía regirse por preceptos morales impuestos desde fuera de sí mismo”. Alvarado Tenorio ( 1995 a, p. 12 ). 342 Rosenblat ( 1969 , p. 348 ). 343 Jocelyn-Holt ( 2009 , p. 153 ). 344 Citado por Ortega y Gasset ( 1959 , p. 119 ). 345 Ibid ., p. 119 .

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