Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

559 acercaba a Grecia, Bello, en cambio, quedó prisionero de una esta- día londinense, de un clima frío, de cielos nebulosos, cuando su vida anterior había estado rodeada de luz, calor y frutas resplandecientes. Goethe fue hacía el fuego del sol, Bello hacia el de las chimeneas. Asi- mismo, el clasicismo será asociado con la luz; el romanticismo, con la oscuridad. La decisión de Novalis por la oscuridad es clara en los Himnos a la noche . En “ La oración por todos”, Victor Hugo dirá: Le jour est pour le mal, la fatigue et la haine. Prions, voici la nuit! la nuit grave et sereine! Que, tiempo después de Londres, Bello traducirá en su “imitación” del francés: El día es para el mal y los afanes: ¡He aquí la noche plácida y serena! 323 O dirá, por su parte, Esteban Echeverría en su poema “Deseo”, en que la plegaria es más bien una necesidad demasiado individual y en que el romanticismo se muere solo: Dormir sin ser al inundo tributario. Quiero en la noche tenebrosa i fría, Sin que nadie interrumpa su alegría; Morir, como he vivido, solitario. 324 Por el contrario, en su séptima Elegía romana , Goethe aclama la luz del día italiano, tratándose a sí mismo como un bárbaro del norte; se queja del cielo gris que aplastaba su cabeza en Alemania: “Y es más clara la luz de la luna que el día en el Norte”. 325 Goethe ve brillar los colores de las cosas: “Llama a escena el dios Febo a los colores y 323 “La oración por todos”, vv. 29 - 30 , en Bello (Vol. I, p. 239 ). 324 Gregorio Víctor y Miguel Luis Amunátegui ( 1861 , p. 250 ). 325 “Und mir leuchtet der Mond heller als nordischer Tag”. Elegías romanas , VII, v. 10 . Goethe ( 2008 ).

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