Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
517 mano”. Si el jansenismo hubiese triunfado, se habría podido realizar en Francia, dice Bénichou, un gobierno de notables. Pero la insolen- cia y la disipación de la aristocracia hizo imposible esto, la monarquía tuvo que actuar y aplacar cualquier atisbo de subversión. 232 El romanticismo hispánico también cultivará ciertos personajes, uno de ellos, el caballero hispánico medieval, aquel que había inspira- do Le Cid de Corneille, como escribió Chateaubriand en su Guerra con España , personaje recurrente en España gracias a la Francia del siglo XVII y la Alemania romántica. La emergencia de este personaje es un capítulo que elude en bue- na parte a Francia. El matrimonio Böhl de Faber, a quien se ha res- ponsabilizado del romanticismo reaccionario en España, fue deter- minante para la cara y las polémicas iniciales del romanticismo en Hispanoamérica. 233 El noviazgo comenzó con algunas traducciones que Böhl de Faber hizo de textos de August Wilhelm von Schlegel referentes al teatro español, especialmente al de Calderón, que había sido tan leído. Schlegel veía en Calderón al último teatro de la caballe- ría europea, escena en que había sobrevivido; veía en su teatro la ala- banza del creador y quería oponerlo a la influencia del teatro francés. Ciertamente los alemanes veían tanto en Shakespeare como en Cal- derón a los grandes enemigos de las normas de estilo supuestamente heredadas de la antigüedad clásica; recordemos que Voltaire se refirió a Shakespeare diciendo que su obra era “fruto de la imaginación de un ebrio salvaje”. De hecho, el Siglo de Oro —y para ser precisos, las comedias de Calderón de la Barca— no era un tesoro neoclásico. Emir Rodríguez Monegal recuerda en su voluminoso ensayo El otro Andrés Bello , que siendo Bello niño juntaba monedas para comprar los cuadernillos donde eran editadas esas comedias: “Se echaban así las bases de su comercio con toda una zona de la literatura española, esa rica dramaturgia de los siglos XVI a XVII, a la que, posteriormente 232 Ibid., pp. 123 - 4 . 233 Las mutuas referencias españolas y alemanas contra Francia se hicieron desde temprano. Escribe Harold Nicolson en relación a los jóvenes prusianos: “El ejem- plo de los guerrilleros españoles, que sin armas y al principio desorganizados, habían luchado durante años con el francés invasor, había llenado a la juventud alemana de esperanza y de vergüenza”. Nicolson ( 1985 , p. 54 ).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=