Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

514 Admiradora y víctima de la realeza, 224 la aristocracia, al quedar prisio- nera de esa contradicción (no ser lo que se es por herencia), recurre a “un chivo expiatorio”, pero en Francia el remezón espiritual de la cris- talización de ciertos personajes va más allá con el jansenismo, cuya teología y filosofía influyeron tanto en el Derecho como en el teatro y la gramática. El jansenismo fue un esplendoroso movimiento católico surgido de las convulsiones de la Reforma y la Contrarreforma. Ajustándose supuestamente a la teología de San Agustín, los jansenistas distin- guieron entre gracia necesaria y gracia eficaz, y como la tan escasa gracia eficaz era requisito para salvarse, por fuerza llegaron a las conclusiones de la predestinación, propia del horror calvinista. Li- derados por miembros de la familia Arnauld y concentrados en la abadía de Port-Royal, su “exceso de ascetismo”—como lo calificó Sainte-Beuve— 225 los condujo a juzgarse cada vez menos dignos de la comunión eucarística, por lo que sus monjas y curas dejaron de comulgar, transformándose Port-Royal en un foco de abstinencia eucarística. El papado ordenó la destrucción de la ciudadela heré- tica de Port-Royal en 1710 , lo que pudo ser leído como una victo- ria de sus principales enemigos, los jesuitas, que a mediados de ese mismo siglo sufrirían un destino similar. Dos grandes franceses, tan allegó él… Y… cuando lo oyó pesole mucho de ser metida a tributo, lo que nunca fue fasta aquí. Ca toda honra Dios vos dio, e cuanto bien vos fizo todo es per- dido, [e]t Señor quien esto vos conseja no es leal, ni quiere la v[uest]ra honra, ni v[uest]ro señorio. Mas, Se[ñ]or, pues así quieren, envialdos a desafiar… E Señor vos levaredes 5000 caball[ero]s de moros que vos daran los Reyes Moros v[uest]ros vasallos, y yo Se[ñ]or seré v[uest]ro aposentador, e ire adelante a tomar posadas con mil y novecientos de mis amigos e de mis vasallos… Y el Rey tovose por bien consejado” (cita del cap. 21 de la Crónica ). Cuadernos de Londres, cuaderno IX, en Bello ( 2017 , pp. 451 - 2 ). 224 Sin embargo, esta actitud de los aristócratas era parte de un engranaje. Ellos mis- mos respetaban la autoridad del rey, veían en ella la consagración final de algo que cada uno de ellos deseaba para sí mismo. “El espíritu noble lleva en germen y justifica el absolutismo: ¿cómo podía ofender a los señores que el brazo del rey estuviera por encima de las leyes, cuando reclamaban para cada uno de ellos igual privilegio?”. Bénichou ( 1984 , p. 62 ). Ellos veían en la majestad algo que no podían sino admirar. 225 El gran crítico del romanticismo Charles-Augustin Sainte-Beuve ( 1804 - 1869 ) les dedicó un panteón monumental, Port-Royal , fruto de un curso de seis meses en Lausanne entre 1837 y 1838 al que asistieron 300 personas, que fue escrito entre 1840 y 1859 .

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