Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

513 a admirar especialmente otras virtudes del Cid, pues anotaba un ro- mance anónimo sobre la toma de Zamora por el Campeador, en los que brillan los lamentos de Urraca, despechada porque el Cid se casó con Ximena y no con ella. Parecen interesantes esos versos, en cuanto traen al héroe a una si- tuación de despecho femenino, vinculado con el “Derecho de familia”: matrimonio, patrimonio y alcurnia. El pasaje es de interés porque su- pone una comunicación entre el estándar de héroe y el del “buen padre de familia”, pues en él, el héroe exhibe las credenciales democráticas de la clase burguesa frente a altanería aristocratizante de la noble: Asomose Doña Urraca asomose á una ventana De alla de una torre mocha estas palabras hablaba: Afuera, afuera Rodrigo, el Soberbio Castellano Acordarsete debria de aquel tiempo ya pasado Cuando fuiste Caballero en el altar de Santiago Cuando el Rey fue tu padrino, tú, Rodrigo, el ahijado Mi padre te dió las armas, mi madre te dió el Caballo Yo te calcé las espuelas porque fueses mas honrado, Que pense casar contigo, no lo quiso mi pecado. Casaste con Ximena Gomez hija del Conde Lozano Con ella hubiste dineros, comigo hubieras estado, Bien casaste tú Rodrigo, muy mejor fueras casado. Dexaste hija de Rey por tomar de su vasallo. 223 223 Cuadernos de Londres, cuaderno IX, en Bello ( 2017 , pp. 407 - 8 ). O bien, el Cid en tanto uno de los “omes honrados” del Reino de Castilla. Precisamente, él le da el único buen consejo de entre todos los caballeros. La situación: el papa Urbano convoca un “concilio”, a propósito de la querella del “Emperador Hen- rique”, por la negativa del rey D. Fernando de España de reconocer su señorío. Bello transcribe de la Crónica del famoso cauallero Cid Ruy diez Campeador : “E hovo su consejo con todos los omes honrados de su reyno; corazon, mas por el consejo que… daban los… homes buenos, que non por lo que le enviaban decir de la Corte. Estonce el Cid tornose contra el Rey su Sr. é dixole, Sr. en mal dia vos nascistes en España, si en el v[uest]ro tiempo ha de somos duchos de este menester iremos á la batalla. E ellos cuando esto oyeron, fueron envergonzados, ca entendieron que alguno les habia oido lo que dixeran, del Rey D. Fernando de España, que no le conoscia se[ñ]orio, ni le quería ser tributario, asi como los otros Reyes, [e]t que le pedia por merced que le y ellos… non sabian que con- sejo le diesen; pero al cabo consejaronlo que fuese obediente al mandamiento del Papa. Mas en este consejo non fué Mio Cid Rui Diez… mas estando en esto

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