Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

478 de Hispanoamérica”. 146 Al menos mil familias de liberales españoles viven en Somers Town en Londres, que fue donde vivió Bello. 147 Según he adelantado, tuvo contacto con James Mill y, al parecer, su hijo. Conforme al diario del amanuense J. F. Colls, Bentham envió a Bello dos panfletos sobre España. Y, sin embargo, aunque antimetafí- sicos había en este medio, un elemento chocaría a Bello, que confirma la sospecha acerca de la preeminencia del estilo. Y es que la actitud de James Mill y Jeremy Bentham sobre asuntos estéticos, y especialmen- te la poesía, era “no sólo de indiferencia sino incluso filistea”. John R. Dinwiddy reproduce algunas. Por ejemplo, en History of British India, Mill sostuvo: “Consideramos civilizada una nación exactamente en proporción a sus esfuerzos que tengan por objeto la utilidad” y agre- gaba que la poesía era “el lenguaje de las pasiones y de los sentimien- tos de los hombres antes de especular”, y decía relación —comenta el autor— con un “estado subdesarrollado de la civilización”. 148 Ya he te- nido ocasión de ver —en las palabras precisas de Isaiah Berlin— cómo el pequeño John Stuart Mill se liberó de tales influencias perniciosas. Bentham, por su parte, no se quedó atrás y sostuvo que “entre poe- sía y verdad hay una natural aversión”, y que “el poeta ha de ver todo a través de medios distorsionados y esforzarse en hacer que los demás hagan lo mismo [...] Verdad, exactitud de cualquier clase, es fatal para la poesía”. Él mismo consideraba que la mitad de la por él fundada Westminster Review estaba destinada a “insignificancias literarias”. Algo he dicho ya sobre esto, pero es buen momento para reiteracio- nes. El estilo de Bentham se hizo cada vez más abstruso y esotérico. William Hazlitt eligió muy bien sus palabras para referirse al estilo de Bentham: “Sus trabajos han sido traducidos al francés. Debieran aho- ra ser traducidos al inglés”. 149 La cita es fundamental: muestra que Du- mont rehízo a Bentham en francés, le proporcionó un estilo legible; en la época de Hazlitt había que hacer lo propio en inglés. Lo más cu- rioso es que el mismo Bello parece haber leído a Bentham en francés. 146 Ávila Martel ( 1978 , p. 12 ). 147 Pagni ( 2009 , p. 81 ). 148 Dinwiddy ( 1980 , pp. 379 - 81 ). 149 Ibid. , pp. 381 - 3 .

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