Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

456 un grupo de elecciones deliberadas”, precisa. 98 Se trata de una opor- tuna síntesis, pero, para ser leal a Williams, una síntesis es un peligro, el peligro de la forma fija. Corresponde, entonces, referirse un poco a la siguiente genealogía. En Roma, el gramático percibía más que el maestro y el pedago- go, que vivían en condiciones bastante miserables. El estudio de la gramática consistía en “ recte loquendi scientia ” (saber hablar correc- tamente) y “ poetarum enarratio ” (“la explicación de los poetas”). 99 La explicación de los poetas no se esmeraba en descifrar la estética, sino en hacer análisis gramaticales palabra por palabra. Pero, lo que es muy importante, los retóricos ganaban dos o tres veces más que los gramáticos. 100 La oratoria parecía un buen negocio, por lo que decía Bello en sus escritos sobre literatura latina, respecto de Ovidio: “Él y su hermano Lucio fueron a Roma a educarse en el arte oratorio bajo la dirección de los más célebres abogados; pero Ovidio era irresistible- mente arrastrado a la poesía”. 101 La tendencia a pasar hacia la poesía es de alguna forma incompatible con sus estadios previos, meramente gramáticos. Bello parece haber demorado en convencerse, quizá por- que entenderá que la gramática era un paso ineludible. En el siglo XIX, la gramática se definía como el orden de las palabras y su especial disposición. Según la concepción de Bello, la poesía no es enemiga del orden de las palabras, o sea, no es enemiga de la gramática. La poesía de las vanguardias desestabilizará el orden de las palabras, interrumpirá la gramática, acaso creando sentidos que se creyeron nue- vos, pero la poesía de entonces no estaba dedicada a eso. Más bien, enaltecía las posibilidades convencionales de la gramática, de los órde- nes impuestos por el uso. La gramática —si hay que entenderlo según criterios jurídicos—, no es un orden a secas. Su paradoja es que puede ser descrita como un desorden permanente, en cuyo devenir siempre refulgen las simetrías canónicas, que fueron heredadas de diversos cá- nones, especialmente los grecolatinos y los judeocristianos. 98 Williams ( 2000 , pp. 153 - 4 ). 99 Lausberg citado en Camus Lineros ( 2010 , p. 79 ). 100 Ibid ., pp. 79 - 80 . 101 “Compendio de la Historia de la Literatura”, en Bello (Vol. IX, p. 139 ).

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