Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

434 La lengua de la gente educada debía —según Bello— estar conforme al uso literario y no al revés. Se trataba de un arte de pensar, arte de hablar, arte de escribir o sea integrar la fonética, la grafía y la lógica — como nos dice Cecilia Sánchez—, 59 pero bajo el control de la literatu- ra, que está impresa y circula, porque ha sido premiada con ese título. Bello se manejaba entre vientos contrarios, los de los patriotas americanos y los leales al rey, primero; los de Irisarri y Egaña más tarde; los del poder oficial al cual debía obediencia, los de la crítica permanente de los jóvenes chilenos, más tarde. Debía tranquilizar a estos y a aquellos, muchos de los cuales querían que Bello se apurara en parir, que diera frutos rápidamente, como para evitar una peque- ña intriga por su culpa. Dice Lira Urquieta: “A muchos exasperaba la lentitud y el empeño por lograr obras sólidas; querían rapidez y exterioridades vanas. En 1849 algunos exaltados pidieron la supre- sión de la Universidad [de Chile], idea que alcanzó a triunfar en la cámara de diputados pero que fue rechazada por el senado. Poco a poco aparecieron las monografías que debían servir de base a la labor universitaria”. 60 Como redactor de los mensajes presidenciales, Bello tuvo que hacer decir al presidente de la república en 1850 : “La Uni- versidad corresponde mejor cada día a los objetos de su institución, y se consagra con actividad a importantes trabajos en provecho de la instrucción general y profesional”. 61 “Bello es un héroe de la paz —dice Joaquín Edwards Bello— con más razón que a otros puede llamársele padre de la patria”. 62 No es ca- sual que así sea, su temperamento era de una frialdad sensible, común a los ingenios que se demoran en emerger. La mente de Bello, como la de su admirado Virgilio, era “más lenta para madurar y de obrar más afanoso”, como explica el biógrafo J. W. Mackail, comparando al poeta latino con su amigo, el meteórico Galo. 63 59 Sánchez ( 2013 , pp. 111 - 2 ). 60 Lira Urquieta ( 1965 , p. 114 ). 61 “Mensaje del Presidente de la República al Congreso Nacional de 1850 ”, en Bello (Vol. XIX, p. 224 ). 62 Edwards Bello ( 1965 , p. 175 ). 63 Mackail ( 1946 , p. 48 ).

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