Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
390 diferencias del lenguaje son expresiones de asuntos muy profundos. El imperio (Babel) fue posible al principio pero después ya lo no será. Bello asume esta fragmentación geológica de la lengua humana al de- jar en claro su método para el estudio de la lengua, es decir, que sola- mente hay una gramática provechosa cuando se estudia el entramado legal de la lengua castellana como si fuese la única y no disolviéndola en la supuesta lengua universal (aun cuando el mismo Bello no des- cartará la futura elaboración de un alfabeto universal). 404 Por otra parte, Bello también asume la utopía imperial romana, es decir, aquella según la cual en el principio fue la destrucción y que el imperio es la reparación de esa catástrofe inicial. Esta visión propia- mente pagana sería condenada como un nuevo intento por levantar la Babel del Génesis. Pero lo interesante de la posición americana de Bello es que entiende que se ha producido un quiebre histórico. Que la manera de ser imperio de España no es la romana; que la fragmenta- ción ha sido ya asumida por España, y que ese estado de cosas ha sido radicalizado por los criollos que hicieron la Independencia. Pues bien, para Bello todo el arte de su momento histórico estará entonces en que los americanos entiendan cuál es la usanza propia de ellos, cuál el valor específico. Se trata entonces de un después de Troya y un antes de Ba- bel, y toda la audacia de Bello, en la que insiste explícitamente, está en evitar, gracias a la experiencia, gracias a la conciencia histórica, la ruina de Babel, es decir, saber cómo construir Babel sin ofender a Dios. 405 El gramócrata trabaja con paciencia esta futura posibilidad impe- rial del entendimiento. En sus lecturas de Londres (los cuadernos que conserva con él registran sus descubrimientos), la palabra “im- perio” estaba siempre relacionada con la palabra “Carlomagno” y con problemas de versificación. Bello había observado una cualidad muy atractiva del verso y la rima, que permitía entender de manera pe- culiar la distinción entre la civilización imperial y la barbarie. Bello observaba entonces que la rima parece que no era una originalidad bárbara medieval. Leyendo An Inquiry Respecting the Early Use of Rhi- me, de Sharon Turner, Bello reflexiona sobre el origen de la rima: 404 Filosofía del entendimiento , en Bello (Vol. III, p. 319 ). 405 Leyte ( 2007 . p. 9 ).
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