Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
35 dimensiones y el verdadero carácter del todo”. 42 Lo mismo que Bello decía de Ovidio cuando lo juzgaba, podemos decir aquí de Bello. Ha- cerlo pasar al banquillo solo, sin compañías grupales, sin etiquetas generales, ha sido el deber de este trabajo. Si, como dice Schiller, “la historia universal es el juicio final”, esta es una historia particular, ni siquiera biográfica, que más que un juicio definitivo quiere contri- buir a señalar los prejuicios que han ocultado la figura de Bello, una primera instancia, nada de juicio final ni historia universal. Como un inquisidor piadoso. made in chile Por 1881 , Julio Bañados Espinosa decía sobre Bello: “El artista no po- see otra patria que aquella que prestó alas a su inteligencia [...], a Chile corresponde esculpir su imagen en mármol”. 43 Muy tempranamente, Chile se apropió de Bello, un americano en el sentido más estricto del término: lo transformó en una figura nacional cuando su inspiración había sido continental. En lo que la apropiación de los chilenos sí te- nía un punto, era en el hecho que Bello vino a desplegarse en Chile. De haber quedado atrapado en Londres, quizás su nombre se hubiese extinguido en los afanes de la historia anónima. Hay personajes que se desenvuelven desde un principio (Mozart, Schiller, Bolívar), pero otros que son más bien retrospectivos, que refulgen en la época de su madurez y dan desde esa trastienda más sentido a épocas primeras (Goethe, Kant, Verdi). Bello pertenece a este segundo grupo, por eso —tal como tendían a decirlo Sófocles, Solón o Aristóteles— hay que observarlo a partir de su vejez, casi a partir de su muerte; a partir de Chile, en su caso. Recordemos, como anécdota, que el nombre de Be- llo ni siquiera figuró en los registros de ingreso a Inglaterra. En efecto, el nombre del tímido secretario de la delegación no fue anotado. El ingreso de Bello a Chile, en cambio, consta en el periódico La Clave , aunque con otro nombre: “Andrés Bells” (sic). 42 “Historia de la literatura, tercera parte”, en Bello (Vol. IX, p. 139 ). 43 Bañados Espinosa ( 1966 , p. 104 ).
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