Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
34 medio ingleses, hijos del frío, que casi no conocieron el trópico del que emergió el padre. 40 No se ajustan del todo a la caricatura de la “división del trabajo”, como se ve en estos relatos que conocemos gra- cias a la chismografía. El desorden financiero puede ser señal de un “pecho organizado” —como escribió en su “Venezuela consolada”—, porque el excesivo orden externo habla de desorden interno, o señal de una más antigua procedencia criolla. La quintaesencia del burgués, el Monsieur Grandet de Balzac, en cambio, no conoce el desorden financiero. Por lo demás —y esto es más que anecdótico—, Bello se burlaba del trato de “don” que se le prodigaba: para él, nada peor que el “don Andrés Bello”. 41 Visto así, puede aquí sacarse a relucir algo que Bello escribió so- bre uno de los clásicos escritores de la antigüedad: Ovidio. Dijo que había que tomárselo a pecho en todas y cada una de sus partes y sus ánimos, a riesgo que pareciera poco serio, incongruente, fantásti- co: “Mas, para juzgarle, es preciso verle entero. Considerarle ahora como elegíaco, después como épico, en una parte como dramático, en otra como didáctico, sería dividir ese gran cuerpo en fragmen- tos que, contemplados aisladamente, no podrían darnos idea de las dida economía la educación de tus preciosas niñitas, a quienes darás mil abrazos. No puedo olvidarlas un momento, y me consterna la idea de que probablemente no volveré a verlas más”. La carta está fechada en Santiago, a 13 de noviembre de 1847 , ibid., p. 160 . 40 “[…] la grata impresión que me causó vegetación tropical tan lujosa como varia- da”, escribirá Carlos Bello Boyland a su padre, cuando viaja a conocer a sus pa- rientes venezolanos ( 6 de junio de 1846 ), ibid ., p. 130 . Años más tarde, de vuelta en el trópico, le escribirá desde Guayaquil, el 19 de septiembre de 1852 : “[…] El río Guayas es lindísimo; pero el pueblo que duerme a sus orillas es bien fastidioso por su temperamento, sus mosquitos, alacranes, etc. Nada me pesará volver a Lima. Dicen aquí, que esta es la buena estación, que ahora no hace calor, imagí- nese V. que el termómetro marca 86 grados [°F]: tienen valor para llamar esta estación el invierno”, ibid ., p. 251 . 41 En carta a Manuel Ancízar, fechada en Santiago, a 11 de octubre de 1856 , Bello escribe: “Señor Don Manuel Ancízar. “Mi muy estimado amigo: Por inadvertencia he puesto don, sin recordar que es una cosa de mal olor y ofensiva piarum currium en Bogotá. ¿No sería conveniente suprimir también el señor, que significa lo mismo, y más descaradamente, que don?”, ibid ., p. 337 ; y después, el 12 de junio de 1857 : “Asi que, amigo mío, lo que debiéramos hacer como republicanos ortodoxos es imitar a los Cuáqueros tratando a todo el mundo de tú, y dejando los señoríos y las excelencias mercedes a los que tienen la desgra- cia de vivir en tinieblas”, ibid ., pp. 363 - 4 .
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