Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

338 senadores y diputados que se ocuparía de redactar un Código Civil . Esta comisión funcionó hasta 1845 , momento en que Bello comenzó a trabajar solo. En el intertanto, la comisión había preparado dos pro- yectos de código, el de 1841 - 1845 y el de 1846 - 1847 . Los estudiosos han cotejado cada uno de los artículos del Código Civil y cada uno de sus incisos con una variedad de fuentes: el Dere- cho Romano, las Partidas, el Código de los franceses, el de Louisiana, entre otras. La última y más acabada publicación sobre estas fuentes la debemos al espléndido trabajo de Carlos Amunátegui. 302 Así, el Có- digo Civil , en sus primeros artículos ( 1 , 2 y 3 ) comenzó por definir la ley como expresión de la voluntad soberana y quitó valor a la costum- bre y a la jurisprudencia. No es que haya erradicado la costumbre y la jurisprudencia, sino que, al ponerlas en un segundo y tercer plano (a la vez de prescribir el deber de informar de los tribunales superiores al Poder Ejecutivo acerca de los vacíos legales), organizó la primacía de la ley y su futuro imperio, digamos, total (en sentido relativo, pues- to que obedece a la “ley de oro” del Derecho Privado: “Está permitido todo cuanto no esté expresamente prohibido”). Al mismo tiempo, el Código Civil se blindó de las ambigüedades del lenguaje mediante una serie de normas interpretativas en los ar- tículos 19 a 24 303 y, a la larga, se transformó en el escenario común de los demás códigos que se dictarían durante las décadas siguientes. La codificación, que demoró tanto en fraguar en Chile —si la pensamos desde el primer intento de O’Higgins—, terminó siendo la revolución más profunda del antiguo orden iusprivado español. Es verdad que la judicatura sufrió bajas, pero fue cordialmente invitada por la codifica- ción emprendida por Bello a su renovación mental, y hostigada desde la prensa por la opinión pública. Escribió Pedro Lira Urquieta: Su Código Civil, empapado de clasicismo jurídico, no vino a susti- tuir a una legislación revolucionaria. Casi por el contrario, pasó a ser él mismo revolucionario en la medida que acogía instituciones 302 Ver Amunátegui ( 2019 ). 303 Artículos que abrirían, por ejemplo, una lectura incluso literaria de la obra legal de Bello. Ver González Villanueva ( 2019 ).

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