Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

330 pareció a los alemanes que les había impedido formarse como una unidad. Pues bien, para efectos del imperio, lo que esa paz hizo fue restringir las operaciones del Sacro Imperio Romano Germánico, en manos de los Habsburgo, limitar sus ideales universales, horadando esa concepción medieval que conservaba. Para lograrla, no se contó con Inocencio X (“a quien Velázquez iba a pintar en toda su obstina- ción al año siguiente”), 284 cuyas peroratas desdeñaron la paz. Así, en términos de la lógica normativa, lo que hizo la Paz de Westfalia, como indica John Elliott, fue construir “un imperio de la ley”, y dejar en vilo al viejo imperio hasta que fue disuelto en 1806 . 285 La Paz “endureció la división entre una Europa protestante y una Europa católica” 286 y, a la larga, hizo a los imperios concentrarse en los bordes. 287 Esta situación del Sacro Imperio volvió premonitoria la designa- ción de Hernán Cortés. Parece ser que el imperio iba de Oriente a Occidente, que hablar de “imperio occidental” e “imperio de las In- dias”, no era una tontería. Pero para entonces los Habsburgo en Espa- ña vivían sus últimos momentos. Carlos II el Hechizado se extinguiría como un insecto raro y Francia con los Borbones habría de hacer de las suyas. Y, sin embargo, la idea del imperio en Bello parece hablar tam- bién de una universalidad; una universalidad al revés, eso sí, desde América, una que supera su lugar local para expandirse. No sosten- go que este intento haya tenido grandes frutos; no obstante, hay que entenderlo para aprehender a Bello. Su intención de superar el cas- tellano de Castilla, desde América, es un capítulo de este excéntrico 284 Elliott ( 2010 , p. 134 ). 285 Ibid ., p. 135 . 286 Ibid., p. 146 . 287 Con la Paz de Westfalia se abolieron las jerarquías entre soberanos europeos. Viejas, nuevas monarquías y una república recién llegada como la holandesa exigieron trato igualitario al punto que hubo que construir puertas distintas para que cada delegación ingresara en los recintos internacionales sin aguardar la llegada de las otras. Kissinger ( 2016 , pp. 38 y ss). Este es el orden westfaliano de la “multiplicidad de poderes” que debilitó la vieja concepción del imperio único, y que supuso pasar de un equilibrio de poder “de hecho” (como era en la Edad Media) a un “sistema” de equilibrio de poder para evitar la guerra de “todos contra todos”. Con el tiempo, habrá varios imperios y en su mayoría por los bordes del centro europeo.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=