Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

325 civilización significaba el cultivo de la libertad y esta palabra había sido asumida por la emancipación americana con cierta ingenuidad. Se era civilizado en cuanto se era libre del Imperio Español, sobre cuya imagen se acumulaban leyendas negras. Por ello, el grado de Europa que debía aceptar “Hispanoamérica” mantuvo enfrentadas a las mentes pensantes: “Insértese en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser el de nuestras repú- blicas”, 275 escribía mucho después José Martí. Las ideas de Bello no eran muy diferentes; pueden hallarse en el concepto de aprovecha- miento , su más clara definición, que en cierta medida es coherente ya entonces con las teorías de concordancia , de Adam Smith, y de unificación , de Hegel. completar la civilización Bello —en un párrafo también atribuido, con mayor autoridad, a Juan García del Río— había escrito en El Repertorio Americano , del año 1826 que, en el Nuevo Mundo, el progreso debía “completar la civili- zación”, y que ese Nuevo Mundo debía recorrer “a pasos agigantados el vasto camino abierto a través de las edades por los pueblos que le han precedido”. 276 La cuestión, entonces, era la forma de “completar la civilización” y, en específico, buscar “la lógica de la imposición europea de signo no hispano”. 277 Bello ve peligrar la gravedad del mundo hispanoamericano, un verdadero planeta en su cosmopolítica. Debe, piensa él, ser imperial y, a la vez, ser civilizado : para ser uno y ser civilizado no debe ser espa- ñol, pero sí hablar bien la lengua española. De ahí que la idea tras la cual va Bello —como sostiene Obre- gón— 278 es colaborar en completar la civilización a través del Derecho Internacional, con cuya actividad se incorporan las nuevas naciones 275 Martí, “Nuestra América”, en Guadarrama ( 2003 , p. 64 ). 276 Bello, citado en Obregón Tarazona ( 2009 , p. 193 ). Ver el “Prospecto” del Reperto- rio Americano , p. 5 . 277 Aloé ( 2015 , p. 125 ). 278 Obregón Tarazona ( 2009 , p. 190 ).