Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
308 continuamente a cimentar las relaciones de los pueblos sobre la base de la justicia, que es la de su verdadero interés. La segunda es el in- cremento, de la industria y del comercio, que hace apreciar cada vez más la seguridad, la confianza mutua. La tercera es la semejanza de instituciones: toda la historia testifica que los pueblos que se rigen por dogmas, costumbres y leyes análogas, simpatizan más vivamente unos con otros, y se sujetan a reglas más equitativas en sus negocios comunes. La cuarta, en fin, es la igualdad, o lo que puede suplir por ella, el equilibrio de intereses y fuerzas. Un estado que por su exce- siva preponderancia nada teme de los otros, puede emplear el miedo y la compulsión para hacerlos servir a sus miras; rodeado de iguales se verá precisado por su interés propio a cultivar su buena voluntad y a merecer su aprobación y confianza. 240 La tesis histórico-cultural de Bello es que este resultado de las relacio- nes entre Europa y América obedece a un “derecho común infinita- mente más liberal que todo lo que se ha llamado con este nombre en la antigüedad”, también gracias al cristianismo, al progreso, la imprenta, el comercio y “al sistema de acciones y reacciones, que, en el seno de esta gran familia, como de cada estado, forceja sin cesar contra de las preponderancias de toda especie”. 241 Bello consideraba que las relacio- nes comerciales internacionales entre los países de la región eran ele- mentales para el robustecimiento y la fluidez de los vínculos gramáticos y jurídicos propios, mientras que vería con desazón la estrechura de visión de la clase dirigente chilena al respecto. 242 Resulta impresionante 240 Ibid ., p. 16 . 241 Ibidem. 242 Lo dice en una carta a Manuel Ancízar, quien gestionaba una convención postal con Chile: “[…] Le felicito por el resultado de sus negociaciones con el gobierno del Perú y deploro que no hubiese sido Ud. igualmente feliz en las que entabló con el de Chile, limitándose, a mi juicio a objetos comparativamente insignifi- cantes. Una convención postal hubiera sido de grande importancia, abriéndonos comunicaciones expedidas y seguras entre Chile, Nueva Granada y Venezuela. La que proporciona la línea de vapores en el orden actual de cosas adolece de grandes inconvenientes como lo tengo repetidamente veces experimentado. […] El ascendiente benéfico para todos que yo le concedo al comercio en los negocios internacionales y que no podrá menos de ser cada día mayor debe acarrear modi- ficaciones en las doctrinas del Derecho de Gentes que, como Ud. sabe, no es una ciencia estacionaria y estereotipada. Ella se ha fundado siempre de las exigencias
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=